martes, 29 de septiembre de 2015

DISCURSO DEL PAPÁ FRANCISCO EN LA ASAMBLEA DE LAS NACIONES UNO 2015.

1. Mencione 10 problemáticas o coyunturas enunciadas en el discurso; ¿como afectan a la humanidad? Describirlos   de una manera critica.

https://www.youtube.com/watch?v=tsufudNlU3U


PRESENTAR INFORME EN DOS (2) PÁG.
INDIVIDUAL.
TENER EN CUENTA LA NORMATIVIDAD DE PRESENTACIÓN DE ESCRITOS.
FECHA DE ENTREGA: Miércoles después de vacaciones.

"FORMAMOS JÓVENES CRÍTICOS  PARA EL FUTURO"

viernes, 14 de agosto de 2015

TÉCNICAS DE LA COMUNICACIÓN



DOCUMENTO PARA ELABORACIÓN DE ENSAYO.

http://catarina.udlap.mx/u_dl_a/tales/documentos/lad/barba_g_f/capitulo2.pdf

MINISTERIO DE TECNOLOGíAS DE LA INFORMACIÓN Y LAS COMUNICACIONES DECRETO NÚMERO 2618 DE 2012 ( 11 ~,e 111! Por el cual se modifica la estructura del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y se dictan otras disposiciones.

http://www.mintic.gov.co/portal/604/articles-3529_documento.pdf

sábado, 4 de julio de 2015

CIENCIAS POLÍTICAS. GRADO 10.

CUESTIONARIO. C.S GRADO 10
RECEPCION SOBRE EL CONTROL SOCIAL EN EL MARCO DE LOS DERECHOS HUMANOS
1. DERECHOS A LA EDUCACION
Los  factores que impiden el derecho a la educación son en muchas ocasiones los adultos los mismos padres de familia que no motivan a sus hijos a estudiar ni los apoyan; teniendo claro que las políticas de calidad de la educación y de la cobertura facilita a los jóvenes el estudio brindándoles útiles escolares, alimentación entre otros.

2. DERECHO A LA CULTURA
Facilitan el desarrollo de la cultura las actividades recreativas, los encuentros regionales, los eventos en los cuales los jóvenes demuestren sus habilidades y talentos; acciones que en muchas ocasiones no se realizan por dificultades económicas.

3. LIBERTAD DE CONCIENCIA DE CREENCIAS Y DE CULTO.
En este punto juega un papel muy importante la libertad de cada persona, lo cual debe respetarse y los factores que impiden el desarrollo en muchas ocasiones es la coacción por parte de personas o instituciones que no respetan la libertad ni el culto de las personas. En Colombia hay libertad de culto de conciencia y nadie puede verse sometido.

4. DERECHO A LA RECREACION, LA PRÁCTICA DEL DEPORTE Y EL APROVECHAMIENTO DEL TIEMPO LIBRE.
Se deben promover días deportivos y recreativos que permitan cambiar de ambiente y de actividad; aprovechando así todos los espacios deportivos con los cuales se cuentan y facilitan estás actividades; lo que impide el desarrollo de estos derechos es la creencia de perder el tiempo en actividades no provechosas, siendo lo contrario.

5. LIBERTAD DE ENSEÑANZA, APRENDIZAJE, INVESTIGACION Y CATEDRA.
Lo que impide estas actividades en muchas ocasiones son los mismo parámetros educativos que no promueven estos valores, debiera de existir en las instituciones cátedra de investigación; promovida desde el magisterio, no se cuenta con  espacios adecuados y lo que facilita estas acciones son los mismos centros educativos, las aulas y los proyectos de área los cuales se deben implementar cada día más.

6. EL DERECHO A LA VIDA.
“el derecho a la vida es inviolable” art 11. Constitución Política de Colombia. Este derecho debe prevalecer sobre todos los derechos del ser humano y todas las entidades e instituciones deben promover el sentido a la vida, la alegría de vivir y de ver la vida como don de Dios. Los factores que impiden este derecho son las campañas abortivas y de la eutanasia, los suicidios y los homicidios los cuales deben combatirse con todas las fuerzas.

7. DERECHO A LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA.
Los factores que facilitan este derecho son la democracia, la participación y la libertad de expresión e impide el desarrollo de este valor las amenazas a las personas líderes de las comunidades  y los proyectos que no se cumplen, la irresponsabilidad de muchos políticos que buscan beneficios personales y no comunitarios.

8. DERECHOS DE REUNIÓN Y DE ASOCIACIÓN.
Los factores que facilitan estos derechos son las campañas motivadoras a hacer parte de grupos sociales y las invitaciones a reuniones en pro de la sociedad, impiden estos derechos las amenazas, la irresponsabilidad de  los agentes encargados de liderar las comunidades y la falta de recursos para gestionar proyectos.

9. LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y DERECHO A LA INFORMACIÓN.
Los factores que facilitan estos derechos son los mismos medios de comunicación que informan a la comunidad en general y lo que impide estos derechos son el miedo a las amenazas,  la presión de algunos grupos y la falta de personal capacitado para informar.

10. EL LIBRE DERECHO A LA PERSONALIDAD.
Lo que facilita este derecho es la misma libertad personal y el acompañamiento de profesores y de instituciones idóneas en el tema, lo que impide es la aceptación de nuevas culturas y creencias  que no son propias de nuestra cultura, sino imitaciones de otros países.

11. EL DERECHO A LA PROTECCIÓN DE LA DIGNIDAD HUMANA Y DE LA HONRA.
Facilita el desarrollo de este derecho el acompañamiento de instituciones que defienden la dignidad humana  y la honra de las personas; impiden el desarrollo de este derecho los abusos cometidos  por personas con cargos púbicos a personas naturales y cuando no se respeta el nombre de las personas.

12. DERECHO A LA IGUALDAD Y A LA NO DISCRIMINACIÓN.
Facilita el desarrollo de este valor la colaboración y la solidaridad de instituciones y personas a comunidades o personas más necesitadas brindándoles lo necesario.

13.  DERECHOS DE LA JUVENTUD.
Facilita este derecho la participación de jóvenes en grupos sociales, en reuniones  y en otros eventos.

14. DERECHO A LOS NIÑOS (A)
A los niños se les protege contra abusos de los mayores, contra la explotación y son escuchados por las autoridades, impide este derecho el silencio cuando no se denuncia los maltratos.

15. DERECHOS DE LOS USUARIOS DE SERVICIOS PÚBLICOS.
En Colombia los usuarios tiene derecho a reclamar y a informar sobre sus inconformidades ante las autoridades prestadoras de servicios de esta forma ejercen sus derechos. Todos de acuerdo a nuestra capacidad nos brindas los servicios públicos necesarios.

16. EL DERECHO AL DESARROLLO
Los factores que facilitan este derecho es la capacidad de escucha de las instituciones, la creación de proyectos para el desarrollo de la comunidad. Impide este derecho la corrupción y la falta de recursos.
17. DERECHO A LA LIBERTAD Y SEGURIDAD PERSONAL.
Lo que facilita este derecho es que todos somos escuchados por la autoridades competentes cuando nos sentimos agredidos. Impide este derecho cuándo no se denuncia

18. DERECHO AL MEDIO AMBIENTE.
Facilita el desarrollo de este derecho las campañas que se realiza para el manejo de basuras y del cuidado de la fauna y de la flora. Impide este derecho la irresponsabilidad de las industrias con el manejo de los residuos.















CUESTIONARIO. C.S. GRADO NOVENO, DÉCIMO Y UNDÉCIMO.

CIENCIAS SOCIALES
CUESTIONARIO
1.    ¿En qué lugar de la tierra se encuentra Colombia?
2.    ¿Cuáles son los cuatro puntos astronómicos de Colombia?
3.    ¿Qué ventajas tiene nuestro país por su ubicación?
4.    ¿Qué es  una frontera y en qué se diferencia una frontera marítima de un terrestre?
5.    ¿De adonde hasta donde se extienden las fronteras colombianas?
6.    ¿En qué se diferencia la costa Atlántica de la Pacifica?
7.    ¿Qué departamentos y capitales se encuentra en cada costa?
8.    ¿Qué puertos sobresalen en cada Costa?
9.    ¿En qué se diferencia una isla continental de una oceánica?
10. ¿Qué islas oceánicas posee Colombia y donde están ubicadas?
11. ¿Cuáles son las principales islas Continentales de Colombia?
12. ¿Qué es el sistema andino y por qué se caracteriza?
13. ¿Dónde nace y termina la cordillera occidental?
14. ¿Dónde nace y termina la cordillera central?
15. ¿Dónde nace, termina y se divide la cordillera oriental?
16. ¿Cuáles son las principales alturas de cada cordillera?
17. ¿Qué es el macizo colombiano?
18. ¿Cuál es la cordillera más vieja, corta, volcánica y poblada?
19. ¿En Colombia donde están las tierras llanas y en que se caracterizan?
20. ¿Qué departamentos hacen parte de las llanuras Colombianas y cuáles son sus capitales?
21. ¿Cómo está conformado el relieve colombiano?
22. ¿Cuales son los pisos térmicos colombianos, descríbalos?
23. ¿Cómo está conformada la hidrografía Colombiana?
24. ¿Cuales son los ríos más importantes de Colombia?
25. Defina: manglares., sierras, cerros, macizos, islas, paramo, nudos y de un ejemplo de cada uno dentro del territorio colombiano.
26. ¿Cuáles son los dos ríos más importantes de Colombia, donde nacen que departamentos recorren y donde desembocan?
27. ¿Cuáles son los ríos limítrofes?
28. ¿En qué se diferencia un lago, laguna, Ciénaga,  y represas; ubique todas (o) los (a) ubicados en Colombia?
29. ¿Qué es una región natural?
30. ¿Cuáles son las características de la región Pacifica
31. ¿Cuáles son las características de la región Caribe?
32. ¿Cuáles son las características de la región Andina?
33. ¿Cuáles son las características de la Orinoquia?
34. Hable de la región amazónica Colombiana
35. ¿Cómo es la economía colombiana?
36. ¿Colombia tiene tratados comerciales con algunos países, cuáles?
37. ¿Qué minerales se explotan en Colombia y en que departamentos se encuentran?
38. ¿Por qué Colombia es un Clima apto para la agricultura?
39. ¿Qué industria se desarrolla en Colombia?
40. ¿Cómo está dividida la etnografía colombiana?
41. ¿Cómo se controla demográficamente la población Colombiana?
42. ¿Cómo esta Colombia en comunicaciones?
43. ¿Qué exporta Colombia a otros países?
44. ¿Qué importa Colombia?
45.  Mencione tres escritores colombianos. Biografía.
46. ¿Qué culturas indígenas se encuentra  en Colombia y donde esta ubicadas?
47.  Hable de la primera y segunda guerra mundial, una página de cada una.


NOTA: Presentar trabajo escrito de la investigación (cuestionario) en la fecha indicada.

Luis Carlos Marín Cardona.  Docente.





sábado, 23 de mayo de 2015

NORMAS APA. SEXTA EDICIÓN.

Un saludo Compañeros Administradores de Empresa.

Comparto Enlaces de material de trabajo, algunos no se pueden publicar por derechos de Autor (Ley 23 de  1982). Estaré pendiente de otro encuentro y copiamos documentos.

http://www.uees.edu.sv/editorial/publicaciones/Normas%20APA%20Sexta%20Edici%C3%B3n.pdf


http://www.uniagustiniana.edu.co/images/biblioteca/Normas-APA-2014.pdf


NORMAS GENERALES SOBRE REDACCIÓN, CONTENIDO Y ORGANIZACIÓN DEL MANUSCRITO*

Expresión de ideas

Las unidades de pensamiento, ya sean palabras, oraciones o párrafos, se deben ordenar. Debe presentarse continuidad entre las palabras y los conceptos a través de un adecuado desarrollo temático desde el inicio hasta la conclusión del documento. Una forma de mantener la continuidad se logra mediante el uso de elementos de transición o nexos, los cuales pueden ser: un pronombre que remite a un sustantivo, una conjunción, una preposición o un adverbio temporal. También se puede ayudar en el ritmo del documento con un manejo apropiado de los signos de puntuación, particularmente si su uso contribuye como un apoyo para el significado.

La prosa científica y la creación literaria sirven a propósitos diferentes, por consiguiente se deben eludir los artificios y tender a una comunicación clara y racional, debido a que la cercanía con el material y el tiempo que se ha pasado redactándolo pueden contribuir a que pierda su objetividad. Es conveniente pedir a un colega su lectura para poder descubrir a tiempo las contradicciones e inconsistencias que se puedan generar.

Es importante tener en cuenta que se debe decir únicamente lo que debe ser dicho. Se deben eliminar las redundancias, la palabreja, el uso excesivo de la voz pasiva, la jerga, las observaciones irrelevantes, las elaboraciones de lo obvio o las descripciones excesivamente detalladas de las herramientas, los participantes, los diseños, entre otros apartados.

Estilo científico

Los escritos científicos exigen una comunicación clara, de tal manera que al leer un artículo científico sea evidente la diferencia en el estilo con el empleado en la literatura convencional. Para facilitar la redacción puede emplearse una serie de formas preescritas, si bien está permitido el uso de alternativas siempre con el fin de esclarecer la comunicación. Algunas de estas formas son las siguientes:

1. Las ideas deben presentarse en forma ordenada y organizada, ya sea una palabra, una oración o un párrafo. Para que los lectores comprendan, se debe mantener continuidad en las palabras y los conceptos. La continuidad puede obtenerse de diversas maneras: a) mediante un buen uso de la puntuación; o b) haciendo uso de palabras o frases de transición. Estas palabras o frases ayudan a mantener el flujo del pensamiento, especialmente cuando el material es complejo o abstracto.

2. La comunicación debe ser clara y racional, con un estilo sobrio y conciso. Algunas técnicas literarias propias de la escritura poética, tales como la ambigüedad de la expresión, la inclusión de lo inesperado, la omisión de lo esperado, el cambio súbito de tópico o de tiempo en los verbos, las florituras, el colorido y las metáforas pueden ser confusas o perturbadoras para los lectores de la prosa científica. Debe escribirse únicamente lo que se necesita decir. Eliminar la redundancia, el exceso de palabras y el uso de lenguaje coloquial. Evitar el uso de adjetivos innecesarios, las elaboraciones de lo obvio, las observaciones irrelevantes o colaterales. El uso de frases cortas y directas, usando palabras sencillas y comunes es usualmente la mejor estrategia para facilitar una buena comunicación.

3. El uso consistente en el tiempo de los verbos ayuda a tener una expresión fluida. El uso del pasado o del presente perfecto es apropiado para la revisión de literatura y la descripción del procedimiento. Debe usarse en cambio el tiempo presente para discutir los resultados y presentar las conclusiones.

4. El lenguaje debe ser exacto. Cada palabra debe significar exactamente lo que se quiere decir. De igual modo, deben evitarse las aproximaciones de cantidad como "la gran mayoría" o "prácticamente todos" o "muy pocos". Este tipo de expresiones da lugar a que distintos lectores interpreten de diferente manera lo que se quiere decir.

5. Deben usarse los pronombres apropiados para referirse a los sujetos de las acciones. Los circunloquios, a nombre de una supuesta objetividad pueden llevar a confusiones. Por ejemplo, escribir "el experimentador leyó las instrucciones a los sujetos" cuando el experimentador es quien escribe el documento es redundante. No debe usarse el plural "majestativo" (el nosotros) para referirse a un investigador solamente.

6. Deben evitarse interpretaciones inadecuadas, ser cuidadoso en los informes para interpretar el comportamiento del participante/sujeto o hacer suposiciones infundadas acerca de tal comportamiento.

La lectura constante de artículos de investigación, además de mantener al lector actualizado, se constituye en una práctica adecuada para familiarizarse con el estilo científico y con las estrategias empleadas por los investigadores para lograr una adecuada comunicación científica.

Los escritos deberían ser leídos por otra persona para que pueda presentar sus apreciaciones desde otra óptica y pueda señalar si realmente el escrito dice lo que se desea comunicar. Si se dispone de tiempo y hay dificultades para que otra persona evalúe el documento, se recomienda dejarlo por un tiempo y retomarlo después, para leerlo más adelante con un sentido crítico y determinar la pertinencia y consistencia por sí mismo.

Las normas APA hacen énfasis en el compromiso de la ciencia de asegurar un trato justo a individuos y grupos, y por tanto buscan evitar la perpetuación en la escritura de construcciones que puedan implicar prejuicios contra la gente en virtud de su género, orientación sexual, grupo étnico, discapacidad o edad. Así como se aprende a revisar la propia escritura en cuanto a ortografía, gramática y redacción, también se aprende a descubrir juicios de valor implícitos.

Cuando el trabajo se refiera a una persona o varias, deben elegirse palabras concisas, claras y libres de tendenciosidad. Si se presentan dudas se debe ser más específico. Por ejemplo, al referirse a los seres humanos debe emplearse la expresión “hombres y mujeres” en lugar de sólo “hombres”. Para describir en el texto grupos de edad (como, por ejemplo, al reseñar estudios previos y al describir las características de la muestra) se debe proporcionar rangos específicos de edad en lugar de categorías generales.

Las diferencias en estado civil, orientación sexual o el hecho de que una persona presente una discapacidad, entre otras, no deben ser mencionadas injustificadamente; solo se hará referencia a estos aspectos cuando sean pertinentes a la investigación y a la comprensión de los objetivos de la misma. No se debe etiquetar a la gente. No es adecuado clasificar a los participantes como si fuesen objetos o equipararlos, por ejemplo, con su diagnóstico o discapacidad: los amnésicos, los depresivos, los hiperactivos, entre otros (en vez de eso, se sugiere hacer referencia a los participantes de una manera no rotulante, por ejemplo: "...los niños con diagnóstico de déficit atencional...").

Debe reconocerse la participación de los colaboradores en el estudio, escribir de manera tal que los individuos resulten agentes de la acción y no receptores de la misma. No emplear el término impersonal sujetos, en su lugar se pueden usar las expresiones “participantes” o “personas”.

El autor es el responsable primario de la calidad de la presentación de todos los aspectos del documento: ortografía y puntuación correcta, citas precisas, referencias completas y exactas, contenido pertinente, organización coherente, formato apropiado y otros factores.




* Esta página fue elaborada por el profesor César A. Rey A. (psicólogo, Ph. D.), con el fin de facilitar la elaboración de reportes breves de investigación, artículos científicos y proyectos de investigación (incluyendo proyectos de tesis grado y de postgrado), de acuerdo con las normas internacionales de la Asociación Psicológica Americana.




jueves, 12 de marzo de 2015

COMPLEJIDAD DE LOS DDHH

LA COMPLEJIDAD DE LOS DERECHOS HUMANOS EN NUESTRO CONTEXTO
Luis Carlos Marín. Lic, Esp.


“Como se habían vuelto criminales, inventaron la justicia y redactaron códigos para encerrarla en ellos...”      Dostoyevski

Vivimos en una sociedad donde los derechos humanos son entendidos de manera universal, olvidando que los derechos humanos están encarnados en cada persona, en cada situación y en cada cultura de una manera diferente, entendiendo por derechos humanos el proceso de adquisición de bienes para satisfacer las necesidades básicas y para tener una vida digna de ser vivida, que contradicción encontramos en esta afirmación cuando todos los seres humanos del planeta no los pueden tener, sólo quienes tiene el monopolio económico y político pueden gozar de todos sus derechos, mientras una gran parte de la población mundial muere de hambre y de enfermedades por falta de agua potable, de esta manera los derechos no tiene carácter de universalidad si los tuvieran no habría tanta desigualdad e injusticias en el mundo.
La complejidad de los derechos humanos  se percibe desde la misma definición del término hasta la aplicación de los mismos, entendidos estos más  como un ideal  que una realidad, más formalismo y leyes que vivencia; los derechos humanos no deben quedarse solamente enunciados en decretos o protocolos,  lo esencial es la  práctica  que debe ser la vida misma de los seres humanos; para esto debemos asegurar una visión realista del mundo en el que vivimos, utilizando un pensamiento crítico que combata todo lenguaje política que solo se queda en  discurso individualista y no en un discurso crítico y colectivo de un mundo envuelto cada día más en ideologías  neoliberales y consumista  en manos de las grandes internacionales y de los países desarrollados donde los ciudadanos lo tienen todo; estos discursos y declaraciones debe abarcar todos los contextos de norte a sur sin exclusiones de raza, etnia, religión, sexo y lugar.
Es decepcionante en este panorama observar como los países subdesarrollados están según Susan George  en  la “trampa de la deuda” donde todas sus riquezas  y producciones son absorbidas por los grandes  elefantes del capitalismo moderno, como hablar de igualdad en este contexto; se habla de derechos, ¿pero dónde están? Están en los libros y documentos de la ONU o de las ONGs olvidando que  el hombre desde su nacimiento tiene el “derecho a tener derechos”; pero en este contexto no hay condiciones para tener derechos, estos están sujetos a las estructuras económicas y políticas de los estados desarrollados o potencias, no en los pobres y olvidados de África, Asia y gran parte de América; los derechos se tienen de acuerdo al lugar donde se vive.
“Los derechos humanos se han convertido en el reto para este siglo Tanto teórico como practico” por qué estamos ciegos en palabras de José Saramago; ciegos de lo que acontece a nuestro alrededor, de las injusticias y desigualdades que se presentan en nuestra sociedad, de los abusos en contra de la dignidad de las personas siendo la dignidad  el para qué de los derechos humanos “la dignidad es un fin material. Un objetivo que se concreta en dicho acceso igualitario y generalizado a los bienes que hacen que la vida sea digna de ser vivida” estamos llamados a unir todos nuestros esfuerzos para hacer de los derechos humanos el camino para rescatar la dignidad de tantos miles de personas que son abusados, torturados, esclavizados y olvidados por un sistema capitalista que lo único que le importa es la producción y desarrollo de los bienes materiales olvidando la dimensión humana del ser, un sistema que busca la globalización de las economías y de los sistemas políticos, pero nunca piensa en la globalización de los derechos humanos y de la dignidad de las personas. 
Como seres racionales debemos reflexionar el contexto de los derecho humanos empezando por los nuestros y de las que está a nuestro alrededor, teniendo presenta  que criticar no consiste en destruir para crear o en negar para afirmar o en palabra de Ernst Bloch “criticar no consiste únicamente en decir no, sino en afirmar un sí a  algo diferente “  y lo diferente en este contexto es la defensa de la dignidad humana, del pobre que es atropellado y explotado , del niño que muere de hambre, de la mujer maltratada, del medio ambiente víctima de los abusos y de luchar por un mundo diferente donde reine la paz, la justicia y la igualdad entre todos los habitantes del mundo o porque no entre los países.
Para lograr una cultura de los derechos humanos y dentro de la complejidad de los mismos es necesario sacar las fobias  que impiden que los derechos humanos sean puros, la fobia a la acción  que supone la movilidad la posibilidad de actuar sobre la realidad  para transformarla, solo nos quedamos con la apariencia de la acción, y nos quedamos  en palabras y promesas conociendo que los derechos son un hecho, la fobia a la apariencia de pluralidad entendiendo en este sentido que el hombre es cuerpo y alma, sujeto y objeto, el hombre es integridad y nunca podemos separar ambas realidades siendo las dos importantes, no entendiendo este contexto como lo enseño el filósofo Platón , dándole más importancia al alma, somos seres integrales y pluralistas; y la fobia del tiempo donde se niega el presente quedándonos siempre en lo mismo,  estáticos como muertos  vivientes sin expectativas, sin motivaciones por la vida , sin movimiento aceptando la premisa “los tiempos se han cumplido “ y estamos en el fin de la historia, sin ninguna posibilidad de transformar el futuro; debemos hacer historia, pero una historia de grandes aventuras por los derechos humanos,  por la dignidad y la vida.
 La complejidad de los derechos humanos radica en que hablamos de derechos y no sabemos su verdadero significado, estudiamos derechos humanos y no los experimentamos, proclaman derechos universales desconociendo los individuales, los gobiernos y los estados prometen derechos y son los primeros en vulnerarlos, están los derechos, pero no contextualizados a nuestra realidad; lo más complejo de los derechos es que los tenemos y nos los prometen, nos hablan de derechos, pero no los comprendemos; es importante reinventar los derechos desde una dimensión critica, y referenciando a  Joaquín Herrera Flores   “que los derechos humanos han de entenderse como procesos sociales, económicos, políticos y culturales que logren configurar materialmente el acto de creación de un orden nuevo, sirviendo a la vez como la matriz para constituir nuevas prácticas sociales, nuevas subjetividades antagonistas, revolucionarias y subversivas del orden global injusto”
Termino afirmando que la sociedad de hoy ha olvidado por completo los derechos humanos y olvidando los derechos olvida lo humano; los derechos son el camino para vivir con dignidad y con felicidad. 


lunes, 23 de febrero de 2015

EL MITO DE LA CAVERNA DE PLATON

Textos de Platón
El mito de la caverna (República, VII)
El libro VII de la República comienza con la exposición del conocido mito de la caverna, que utiliza Platón como explicación alegórica de la situación en la que se encuentra el hombre respecto al conocimiento, según la teoría del conocimiento explicada al final del libro VI, ilustrada mediante la alegoría de la línea.
El mito de la caverna
I - Y a continuación -seguí-, compara con la siguiente escena el estado en que, con respecto a la educación o a la falta de ella, se halla nuestra naturaleza.
Imagina una especie de cavernosa vivienda subterránea provista de una larga entrada, abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna, y unos hombres que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello, de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia adelante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego que arde algo lejos y en plano superior, y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto, a lo largo del cual suponte que ha sido construido un tabiquillo parecido a las mamparas que se alzan entre los titiriteros y el público, por encima de las cuales exhiben aquellos sus maravillas.
- Ya lo veo-dijo.
- Pues bien, ve ahora, a lo largo de esa paredilla, unos hombres que transportan toda clase de objetos, cuya altura sobrepasa la de la pared, y estatuas de hombres o animales hechas de piedra y de madera y de toda clase de materias; entre estos portadores habrá, como es natural, unos que vayan hablando y otros que estén callados.
- ¡Qué extraña escena describes -dijo- y qué extraños prisioneros!
- Iguales que nosotros-dije-, porque en primer lugar, ¿crees que los que están así han visto otra cosa de sí mismos o de sus compañeros sino las sombras proyectadas por el fuego sobre la parte de la caverna que está frente a ellos?
- ¿Cómo--dijo-, si durante toda su vida han sido obligados a mantener inmóviles las cabezas?
- ¿Y de los objetos transportados? ¿No habrán visto lo mismo?
- ¿Qué otra cosa van a ver?
- Y si pudieran hablar los unos con los otros, ¿no piensas que creerían estar refiriéndose a aquellas sombras que veían pasar ante ellos?
- Forzosamente.
- ¿Y si la prisión tuviese un eco que viniera de la parte de enfrente? ¿Piensas que, cada vez que hablara alguno de los que pasaban, creerían ellos que lo que hablaba era otra cosa sino la sombra que veían pasar?
- No, ¡por Zeus!- dijo.
- Entonces no hay duda-dije yo-de que los tales no tendrán por real ninguna otra cosa más que las sombras de los objetos fabricados.
- Es enteramente forzoso-dijo.
- Examina, pues -dije-, qué pasaría si fueran liberados de sus cadenas y curados de su ignorancia, y si, conforme a naturaleza, les ocurriera lo siguiente. Cuando uno de ellos fuera desatado y obligado a levantarse súbitamente y a volver el cuello y a andar y a mirar a la luz, y cuando, al hacer todo esto, sintiera dolor y, por causa de las chiribitas, no fuera capaz de ver aquellos objetos cuyas sombras veía antes, ¿qué crees que contestaría si le dijera d alguien que antes no veía más que sombras inanes y que es ahora cuando, hallándose más cerca de la realidad y vuelto de cara a objetos más reales, goza de una visión más verdadera, y si fuera mostrándole los objetos que pasan y obligándole a contestar a sus preguntas acerca de qué es cada uno de ellos? ¿No crees que estaría perplejo y que lo que antes había contemplado le parecería más verdadero que lo que entonces se le mostraba?
- Mucho más-dijo.
II. -Y si se le obligara a fijar su vista en la luz misma, ¿no crees que le dolerían los ojos y que se escaparía, volviéndose hacia aquellos objetos que puede contemplar, y que consideraría qué éstos, son realmente más claros que los que le muestra .?
- Así es -dijo.
- Y si se lo llevaran de allí a la fuerza--dije-, obligándole a recorrer la áspera y escarpada subida, y no le dejaran antes de haberle arrastrado hasta la luz del sol, ¿no crees que sufriría y llevaría a mal el ser arrastrado, y que, una vez llegado a la luz, tendría los ojos tan llenos de ella que no sería capaz de ver ni una sola de las cosas a las que ahora llamamos verdaderas?
- No, no sería capaz -dijo-, al menos por el momento.
- Necesitaría acostumbrarse, creo yo, para poder llegar a ver las cosas de arriba. Lo que vería más fácilmente serían, ante todo, las sombras; luego, las imágenes de hombres y de otros objetos reflejados en las aguas, y más tarde, los objetos mismos. Y después de esto le sería más fácil el contemplar de noche las cosas del cielo y el cielo mismo, fijando su vista en la luz de las estrellas y la luna, que el ver  de día el sol y lo que le es propio.
- ¿Cómo no?
- Y por último, creo yo, sería el sol, pero no sus imágenes reflejadas en las aguas ni en otro lugar ajeno a él, sino el propio sol en su propio dominio y tal cual es en sí mismo, lo que. Él estaría en condiciones de mirar y contemplar.
- Necesariamente -dijo.
- Y después de esto, colegiría ya con respecto al sol que es él quien produce las estaciones y los años y gobierna todo lo de la región visible, y que es, en cierto modo, el autor de todas aquellas cosas que ellos veían.
- Es evidente -dijo- que después de aquello vendría a pensar en eso otro.
- ¿Y qué? Cuando se acordara de su anterior habitación y de la ciencia de allí y de sus antiguos compañeros de cárcel, ¿no crees que se consideraría feliz por haber cambiado y que les compadecería a ellos?
- Efectivamente.
- Y si hubiese habido entre ellos algunos honores o alabanzas o recompensas que concedieran los unos a aquellos otros que, por discernir con mayor penetración las sombras que pasaban y acordarse mejor de cuáles de entre ellas eran las que solían pasar delante o detrás o junto con otras, fuesen más capaces que nadie de profetizar, basados en ello, lo que iba a suceder, ¿crees que sentiría aquél nostalgia de estas cosas o que envidiaría a quienes gozaran de honores y poderes entre aquellos, o bien que le ocurriría lo de Homero, es decir, que preferiría decididamente "trabajar la tierra al servicio de otro hombre sin patrimonio" o sufrir cualquier otro destino antes que vivir en aquel mundo de lo opinable?
- Eso es lo que creo yo -dijo -: que preferiría cualquier otro destino antes que aquella vida.
- Ahora fíjate en esto -dije-: si, vuelto el tal allá abajo, ocupase de nuevo el mismo asiento, ¿no crees que se le llenarían los ojos de tinieblas, como a quien deja súbitamente la luz del sol?
- Ciertamente -dijo.
- Y si tuviese que competir de nuevo con los que habían permanecido constantemente encadenados, opinando acerca de las sombras aquellas que, por no habérsele asentado todavía los ojos, ve con dificultad -y no sería muy corto el tiempo que necesitara para acostumbrarse-, ¿no daría que reír y no se diría de él que, por haber subido arriba, ha vuelto con los ojos estropeados, y que no vale la pena ni aun de intentar una semejante ascensión? ¿Y no matarían; si encontraban manera de echarle mano y matarle, a quien intentara desatarles y hacerles subir?
- Claro que sí -dijo.
III. -Pues bien -dije-, esta imagen hay que aplicarla toda ella, ¡oh amigo Glaucón!, a lo que se ha dicho antes; hay que comparar la región revelada por medio de la vista con la vivienda-prisión, y la luz del fuego que hay en ella, con el poder del. Sol. En cuanto a la subida al mundo de arriba y a la contemplación de las cosas de éste, si las comparas con la ascensión del alma hasta la. Región inteligible no errarás con respecto a mi vislumbre, que es lo que tú deseas conocer, y que sólo la divinidad sabe si por acaso está en lo cierto. En fin, he aquí lo que a mí me parece: en el mundo inteligible lo último que se percibe, y con trabajo, es la idea del bien, pero, una vez percibida, hay que colegir que ella es la causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas las cosas; que, mientras en el mundo visible ha engendrado la luz y al soberano de ésta, en el inteligible es ella la soberana y productora de verdad y conocimiento, y que tiene por fuerza que verla quien quiera proceder sabiamente en su vida privada o pública.
- También yo estoy de acuerdo -dijo-, en el grado en que puedo estarlo.
Según la versión de la República de J.M. Pabón y M. Fernández Galiano, Instituto de Estudios Políticos, Madrid, 1981 (3ª edición)


jueves, 12 de febrero de 2015

COLOMBIA EN EL PLANETA. William Ospina

COLOMBIA EN EL PLANETA
“Un país que perdió la confianza"
 WILLIAM OSPINA
El escritor William Ospina, en compañía de varios intelectuales colombianos, creó un texto sobre las posibles vías para sacar al país de su actual crisis a través de la cultura. El resultado fue el texto Colombia en el planeta, que se convirtió en un proyecto apoyado por el Ministerio de la Cultura y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo. Lea el escrito completo.

La idea de un gran proyecto cultural que enfrente algunos males viejos de la sociedad colombiana y siembre semillas de reconciliación nació inicialmente de una conversación con Gabriel García Márquez, y ha tomado fuerza en el diálogo con muchos colombianos convencidos de que la cultura y la educación son fundamentales para resolver la tragedia nacional. Este texto es fruto de numerosas conversaciones entre distintos grupos de ciudadanos, de artistas e intelectuales, de expertos en cuestiones sociales y promotores culturales, pero es sólo un borrador, y aspira a que todos sus lectores, en particular los jóvenes, se animen a enriquecerlo con sus aportes y sus objeciones, pero también a que lo transformen en iniciativas artísticas y en tareas culturales. 

Al final de su relato Los funerales de la Mama Grande, Gabriel García Márquez puso en labios de su narrador una reflexión singular: Sólo faltaba entonces que alguien recostara un taburete en la puerta para contar esta historia, lección y escarmiento de las generaciones futuras, y que ninguno de los incrédulos del mundo se quedara sin conocerla... Allí sugiere que la historia debería ser contada en primer lugar por sus protagonistas y sólo después por los especialistas; que la historia, antes de convertirse en densos volúmenes, sea elaborada primero como cuento, casi, se diría, como chismorreo de vecinos, en esas tardes largas y espaciosas en que las gentes comunes gozan amonedando en palabras los dramas y las maravillas del pasado y del presente. 

Esta actitud hacia la historia es natural en una cultura que siempre encontró en los hechos cotidianos el tema de sus canciones, que supo exaltar las situaciones más comunes en símbolos perdurables. Como esos maestros de Gabo, los juglares vallenatos, Colombia necesita convertir hoy las agitadas circunstancias de su historia reciente en intensos relatos y en cantos conmovidos, para que no se olviden los dolores y los heroísmos de esta época tremenda, y para que el relato mismo sea a la vez bálsamo y espejo, que nos permita dejar de ser las víctimas y empezar a ser los transformadores de nuestra realidad. 


Como ha escrito Harold Bloom hablando de la cultura contemporánea, nuestra desesperación requiere el bálsamo y el consuelo de una narración profunda. Esto es válido para los individuos y para los pueblos. Que las personas mayores, a las que una cultura frívola relega y olvida, siendo los portadores de la experiencia y la única vía al futuro, nos cuenten cómo fueron estos campos hace seis o siete décadas, antes de que comenzara el viento cruel que dio origen a las ciudades modernas; que nos cuenten cómo se formaron estas ciudades a las que todavía hoy vemos crecer ante nuestros ojos. Que esos dos millones de desplazados que han llegado a ellas y que han hecho, como quería Fernando González, el viaje a pie por el territorio, refieran la historia reciente del país y puedan elaborarla ayudados por los lenguajes del arte. Que narren, que pinten, que actúen, que filmen, que canten la historia heroica y peligrosa de todos estos años. Que transformen su tragedia en enseñanza y en sentido para todos. Siempre existió en el país esa destreza y ese regocijo con el lenguaje que hizo de los pobladores de los campos narradores extraordinarios. Y los recursos múltiples del arte nos permitirán pronunciar el conjuro, convertir los recuerdos privados en múltiple memoria compartida.


Hoy los colombianos somos víctimas de los tres grandes males que echaron a perder a Macondo: la fiebre del insomnio, el huracán de las guerras, la hojarasca de la compañía bananera. Vale decir: la peste del olvido, la locura de la venganza, la ignorancia de nosotros mismos que nos hizo incapaces de resistir a la dependencia, a la depredación y al saqueo. La exuberante Colombia parece haber perdido la memoria, parece haberse extraviado en su territorio, como esos personajes de Rivera a los que se tragó la selva, y parece haber perdido toda confianza en sí misma, hasta el punto de no creer que haya aquí ninguna singularidad, ninguna fortaleza original para dialogar con el mundo. Es, por supuesto, una mala ilusión, porque el mundo sabe, a veces mejor que Colombia misma, que el país está lleno de originalidad y de lenguajes vigorosos. Pero es necesario que Colombia lo sepa también.


Que sepamos todos de dónde salieron esos bambucos que hoy se siguen haciendo en Veracruz y en Tabasco, esas cumbias que resuenan por las playas del Caribe, esos currulaos enardecidos del Chocó, esos vallenatos traviesos de

Escalona, de Leandro Díaz y de Alejo Durán, que ahora se escuchan en Buenos Aires y en Madrid, en Guadalajara y en Río. Hoy Gabriel García Márquez llena con su elocuencia embrujada la vida de incontables personas en todos los rincones del planeta, Fernando Botero puebla con sus irónicas estampas tropicales bañadas de luminosidad renacentista los museos del mundo, y por muchas razones distintas buenas y malas los colombianos y el nombre de Colombia se hacen sentir cada vez más en los escenarios de la historia contemporánea. Pero el país vive en peligro y necesita encontrarse consigo mismo a través de un diálogo inusitado con el mundo.

Mientras las circunstancias recientes de nuestra realidad atraen sobre Colombia las miradas de la humanidad, y ya nadie ignora dónde estamos, quiénes somos, cuáles son nuestra virtudes y, sobre todo, cuáles son nuestros defectos, nosotros seguimos ignorándolo, y en tiempos en que tantos países parecen haber accedido a notables progresos, Colombia permanece en el umbral de la modernidad, absorta en una suerte de cosmogonía salvaje, a punto de interrogarse a sí misma, sin saber cómo convertir en rapsodia su arte incomprensible de vivir siempre en peligro, la curiosa relación con la guerra y con la muerte que nos caracteriza.


Reconocerse en sí misma es el gran desafío de la Colombia presente.

Mientras los colombianos no tengamos un lenguaje común para hablar de nuestro territorio, y no tengamos un relato compartido de los mitos y de los símbolos que nos unen, será muy difícil cumplir juntos las tareas que nos está reclamando la historia. Un país sólo vive en confianza, sólo se constituye como nación solidaria cuando comparte una memoria, un territorio y unos saberes originales. No basta tenerlos, es necesario compartirlos. La urgente tarea de refundación de Colombia es antes que todo una tarea cultural: debemos emprender una gran expedición por el olvido, debemos pronunciar un conjuro contra la venganza desde las encrucijadas de nuestro territorio en peligro, debemos vivir una original aventura estética, mirando la naturaleza equinoccial, las ciudades nacidas del choque de la modernidad con la tradición, y explorando las riquezas del mestizaje, para encontrar los rostros y los lenguajes que definen nuestro lugar en el planeta. 

Las numerosas guerras civiles del siglo XIX, las dos grandes guerras de la primera mitad del siglo XX, y la guerra actual, en la que se cruzan todos los conflictos de la diversidad, han tenido como efecto común el cortar sin tregua para los colombianos los hilos de la memoria. La leyenda de la casa perdida vuelve sin cesar en nuestras canciones, en nuestras novelas, en nuestros poemas. La Casa, iba a ser el nombre original de Cien años de soledad. Ese Paraíso en el que transcurre la María de Jorge Isaac, esa Casa Grande de Álvaro Cepeda Samudio, esa turbulenta Mansión de Araucaima de Álvaro Mutis, esa idílica Morada al sur de Aurelio Arturo, lo mismo que esas casas de nuestro cine reciente, la edificación amenazada de La estrategia del Caracol, la casa en ruinas de La vendedora de rosas, se exaltan también en un símbolo de las raíces cortadas, del desarraigo y de una amorosa patria perdida.

Debemos interrogar al espíritu de la venganza que nos hizo perder esa patria. Sería una exageración afirmar que aquí se ha borrado el tabú del asesinato, ese tabú que debe estar escrito con fuego en el corazón humano, ya que es el fundamento mismo de la cultura, pero ¿cómo negar que entre nosotros se ha debilitado? Y ya no parecen ser las religiones quienes tengan el poder de instaurar de nuevo en las conciencias ese mito poderoso, anterior a la ley positiva y a la sanción moral, que obra sobre los nervios casi como una ley natural. Pero tal vez, como lo hizo la tragedia en tiempos de Sófocles y en tiempos de Shakespeare, el arte sí pueda todavía renovar en nuestros corazones la vigencia de esas leyes profundas, reinscribir en ellos el sentido sagrado y el poderoso temor, convertir a los muertos en aliados invencibles de nuestro amor por la vida, haciéndolos capaces de infundir en los criminales el pavor frente al crimen.

Hay sociedades donde los muertos no mueren del todo. En México las gentes les llevan serenatas a las tumbas, ponen en ellas platos de enchiladas y de mole poblano, celebran como un carnaval el día de difuntos y, como en esos grabados de Guadalupe Posada donde se ven esqueletos que bailan en las fiestas del mundo, viven con los muertos una mitología jubilosa, testimonio de una profunda familiaridad. Entre los antiguos romanos, los muertos se convertían en divinidades familiares, con las que se dialogaba, con cuya protección se contaba siempre. Entre nosotros, en cambio, se ha trivializado la muerte. Los muertos se fueron convirtiendo en deshechos que seres distraídos arrojan al olvido, bajo un triste rótulo de N.N. El asesinato es un arma política común, y también un instrumento siniestro de control social. Pero tal vez lo que permite que la venganza recurra al crimen para dirimir los conflictos es esa idea de que los seres humanos se borran con la muerte. Lo que impidió que los muertos de la dictadura argentina se perdieran en el olvido fue que las Madres de la Plaza de Mayo los sacaron a la calle día tras día y año tras año: es así como se demuestra que el amor es más poderoso que la muerte. Aquí es necesario despertar a los muertos, pedirles que sigan vivos en el corazón de quienes los amaron, que nos acompañen en una larga fiesta por la vida. Los Wayúu suelen atar con cintas rojas las manos y los pies de quienes han sido asesinados, para que el asesino no pueda olvidar que ha cometido un crimen. Cuando hayamos cumplido esa labor poética y mítica de despertar a los muertos, de convertirlos en aliados de la vida, cuando hayamos demostrado que no es tan fácil matar del todo a un ser humano, la venganza tendrá que inventarse otras formas de dirimir sus conflictos, y no podrá creer que se elimina una contradicción eliminando a los contradictores.

Ahora bien, desde los comienzos de la cultura occidental, la poesía testimonió el secreto de los jóvenes homéricos, de todos aquellos que viven peligrosamente. En la Odisea de Homero alguien pronuncia estas palabras significativas: "Los dioses labran desdichas para que a las generaciones humanas no les falte qué cantar". Las guerras y los éxodos fueron siempre la forma más acentuada de ese vivir en peligro, pero la humanidad siempre supo extraer de ellas enseñanza, fortaleza y consuelo. Hoy en Colombia innumerables seres humanos, hombres, mujeres y niños se mueven en una frontera de riesgos, no hay colombiano que no sienta cada día en su vida el sabor del peligro, y por eso debemos interrogar nuestra relación con un espacio físico que se ha convertido progresivamente en región de zozobra. En barrios azarosos, oyendo en la noche los estampidos de las armas de colina en colina, calculando siempre qué zonas de la ciudad pueden ser visitadas, estudiando siempre los rostros de los demás en pueblos donde crece la angustia, preguntándonos qué carreteras son seguras, en qué vías hay riesgo, sobre qué poblaciones están suspendidas las nubes de la amenaza, volviendo a sentir como en los años cincuenta que viejos conocidos se van cambiando en seres condenados o en colaboradores del mal, Colombia tarda en reaccionar, en modificar su realidad cotidiana, en nombrar su heroísmo y su miedo. Es preciso que oigamos el relato de los jóvenes homéricos, de quienes han aprendido a vivir en el filo de la muerte, es necesario que también ellos, con los múltiples lenguajes del arte, se cambien de víctimas en intérpretes y transformadores de su realidad.

Del mismo modo debemos contrariar la locura que hizo que década tras década el país se haya acostumbrado a vivir bajo la sombra mítica de un monstruo que se finge eterno, omnipresente y omnipotente. Ese monstruo se llamó Sangre negra y Desquite, se llamó Fabio Vásquez y Javier Delgado, se llamó Gonzalo Rodríguez Gacha y Pablo Escobar, y aunque cíclicamente caía en poder de la justicia o bajo una lluvia de balas, mostrando que no era más que un pobre ser resentido y vengativo, sigue imperando por el miedo sobre la sociedad y, a pesar de su muerte, vuelve a alzarse una y otra vez, con otro nombre y otro discurso, creyéndose de nuevo el dueño del país, el que decide quién vive y quién muere, quién permanece en el territorio y quién se va de él.

¿Qué hace que Colombia se haya habituado a vivir bajo la gravitación de ese monstruo inevitable siempre significativo y siempre insignificante? Tal vez lo que tiene que ser conjurado no es el monstruo particular, por el que sus propios patrocinadores y voceros terminan sintiendo terror, y al que finalmente destruyen, sino la costumbre colectiva de estar a la vez fascinados y aterrorizados con él.

Como el mítico Minotauro de Creta, que exigía cada año el tributo de la sangre joven de la isla, este monstruo parece ineluctable, pero es verdadera la interpretación que hizo de él Borges en su relato Asterión: la principal necesidad del monstruo es la de desaparecer, y lo único que verdaderamente lo sostiene es el temor que la sociedad le profesa. 

Este es un país peligroso pero valeroso. La gran mayoría de la sociedad está compuesta por seres valientes que salen cada mañana desarmados a las calles a luchar por la vida, a trabajar y a crear. Sin embargo se ha extendido la creencia de que los valientes son los tenebrosos guerreros que necesitan andar armados hasta los dientes y que se jactan de perdonar a todos los demás el atrevimiento de existir. Nuestro gran desafío es ayudar al monstruo a desaparecer. Y para ello es fundamental cambiar nuestras ideas de la valentía y de la cobardía. Es el monstruo el que tiene miedo, es por eso que anda armado y enloquecido, y Colombia debe vivir la fiesta de reírse del monstruo, desarticularlo como a esos muñecos de carnaval de los que cada miembro de la comparsa lleva una parte y que a veces se disgregan ante los ojos regocijados de los niños.

Como en otros tiempos, pero con una amplitud insospechada, la guerra ha arrojado de sus tierras a dos millones de personas del campo. Y si a ellos sumamos los cuatro millones de colombianos que viven fuera del territorio, que han sido arrojados hacia el mundo exterior en busca de trabajo, de futuro, de seguridad, sentiremos una vez más que el destierro sigue siendo el signo de esta patria precaria. Se van nuestros científicos y nuestros talentos. Y hasta una parte muy importante de nuestro arte y de nuestra literatura han sido elaborados en el exilio. En el exilio se escribió la obra de Barba Jacob y de Álvaro Mutis, de García Márquez y de Fernando Vallejo, en el exilio se ha pintado buena parte la obra de Luis Caballero y de Fernando Botero. Sin embargo, esas obras nacidas en tierras extrañas fueron tal vez las más colombianas, porque no hay mejor manera de conocerse a sí mismo que mirándose en contraste con lo que es distinto.



Varios millones de colombianos van hoy por el mundo procurando entender qué planeta es éste que durante tanto tiempo era para nosotros una fábula inverosímil. Colombia fue una nación casi totalmente cerrada a los vientos de las migraciones que en cambio poblaron a la Argentina y al Brasil, que pusieron siempre en contacto a Venezuela con el resto del mundo, que hicieron de México uno de los países más hospitalarios que pueda imaginarse, que le dieron a Cuba entre tantas cosas su espléndida riqueza musical.

Libro Ética de Urgencia. Fernando Savater - Libro El Maestro Ciruela

Libros de lectura para estudiantes de Pedagogía. Se evaluara de manera oral y al final de la lectura se realizará una entrega en escrito.  ...