lunes, 21 de abril de 2014

INFORME DE LA PELÍCULA: EL NOMBRE DE LA ROSA. UMBERTO ECO. GRADOS 10 Y 11.

EL NOMBRE DE LA ROSA
Umberto Eco
Sinopsis
Es la Edad Media y corre el invierno de 1327, bajo el papado de Juan XXII. El franciscano Guillermo de Baskerville y su discípulo Adso de Melk, llegan a una abadía benedictina ubicada en los Alpes italianos y famosos por su impresionante biblioteca con estrictas normas de acceso.

Guillermo debe organizar una reunión entre los delegados del Papa y los líderes de la orden franciscana, en la que se discutirá sobre la supuesta herejía de la doctrina de la pobreza apostólica, promovida por una rama de la orden franciscana: los espirituales. La celebración y el éxito de dicha reunión se ven amenazados por una serie de muertes que los supersticiosos monjes, a instancias del ciego bibliotecario Jorge de Burgos, consideran que siguen la pauta de un pasaje del Apocalipsis.

Guillermo y Adso, evadiendo en muchos momentos las normas de la abadía, intentan resolver el misterio descubriendo que, en realidad, las muertes giran alrededor de la existencia de un libro envenenado, un libro que se creía perdido, el segundo libro de la Poética de Aristóteles. La llegada del enviado papal e inquisidor Bernardo Gui inicia un proceso inquisitorial de amargo recuerdo para Guillermo, que en su búsqueda ha descubierto la magnífica y laberíntica biblioteca de la abadía.

El método científico de Guillermo se ve enfrentado al fanatismo religioso representado por Jorge de Burgos, el anciano bibliotecario que mantiene oculto el libro, quien tras la discusión con Guillermo comienza a devorar las páginas envenenadas del libro. En el forcejeo para recuperar el libro de manos del bibliotecario una lámpara cae accidentalmente, iniciando un incendio que arrasa con la biblioteca y la abadía entera.

 INFORME DE LA PELÍCULA

            Mencione 5 tesis de la película. sustente
      ¿Por qué se da la inquisición en la película? Argumente.
        ¿Por qué era prohibida la lectura aristotélica en la época?
      ¿Cómo argumenta el método científico utilizado por Guillermo?
       Describa: personajes y espacios de la película.
.          Explique a la luz de la película la relación:
Conocimiento- muerte.-biblioteca.
       ¿Por qué la película se titula el nombre de la Rosa?
           Redacte 5 conclusiones de la película
NOTA: El informe se realiza después de vista la película; a mano en hoja tamaña carta, resma. (individual o por parejas)


domingo, 20 de abril de 2014

FILOSOFÍA MEDIEVAL

FILOSOFÍA MEDIEVAL
Padres de la Iglesia.
Nombre dado por la Iglesia católica a los autores que establecieron la doctrina cristiana antes del siglo VIII. Los escritos de los Padres, o  Patrística, sintetizaron la doctrina cristiana tal y como se encuentra en la Biblia, especialmente en el Evangelio, los escritos de los Padres Apostólicos, las máximas eclesiásticas y las decisiones de los concilios de la Iglesia. Facilitaron un conjunto doctrinal articulado de la enseñanza  cristiana para su transmisión por todos los rincones del Imperio romano.
Hay que tomar en cuenta que al principio la Iglesia no quería saber nada de la filosofía , ya que estaban bajo la impresión de la nueva vivencia de su fe. Gracias a San Agustín, se puso un sí positivo a la filosofía. Nosotros queremos dice San Agustín, hablar no solo con la autoridad  de las sagradas escrituras, sino también basados en la universal razón humana (Ratio: relación entre dos cantidades). Si los filosofos  han dicho algo que exacto ¿por qué no lo hemos de aceptar?, al fin de cuentas puede incluso servir para razonar la fe y para comprenderla mejor.
En el siglo IV, la Patrística alcanza su plena madurez. Es el momento en que las herejías han alcanzado su mayor agudeza y el gran movimiento maniqueo, que se extiende de oriente a occidente, amenazan a la Iglesia. Por otra parte el pensamiento cristiano ha adquirido profundidad y claridad, y al mismo tiempo  vigencia social en el imperio romano . El mundo antiguo está en su última etapa. Los bárbaros están llamando desde hace tiempo a todas las puestas del Imperio; a lo largo de sus fronteras se hace sentir la presencia de los pueblos germánicos, que se van infiltrando lentamente, antes de realizar la gran irrupción del siglo V. Y sobre todo el paganismo ha dejado de existir; la cultura  romana se agota en el comentario y sigue nutriéndose, al cabo de los siglos de una filosofía la griega que no es capaz de renovar. En este momento aparece San Agustín, la plenitud de la Patrística, que resume en su personalidad  inmensa el mundo antiguo, al que todavía pertenece, y la época moderna, que anuncia, y cuyo punto de arranque es él mismo. En la obra agustiniana se cifra este paso decisivo de un mundo a otro.

San Agustín (354 – 430).
Es una de las figuras más emblemáticas de su tiempo, del cristianismo y de la filosofía. Su personalidad tan original y abundante deja una huella profunda en todas las cosas donde pone su mano. La filosofía y la teología medievales, es decir, lo que se ha llamado la Escolástica, toda la dogmática cristiana, disciplinas enteras como la filosofía del espíritu y la filosofía de la historia, ostentan la marca inconfundible que les imprimió. Más aún: el espíritu cristiano y el de la modernidad están influidos decisivamente por San Agustín; y tanto la Reforma como la Contrarreforma han recurrido de un modo especial a las fuentes agustinianas.
a. Verdad
b. Dios
Tesis filosóficas de San Agustín:
 c. Creación.
d. Alma.
e. El Bien.
f. La Ciudad de Dios.

  1. Verdad: en encendidas controversias con los escépticos hizo triunfar San Agustín la posibilidad de conocer la verdad. Los escépticos dicen "no existe la verdad; de todo se puede dudar"; a lo que San Agustín replica "se podrá dudar todo lo que se quiere; de lo que no se puede dudar es de la misma duda". Existe pues la verdad con lo cual queda refutado el escepticismo. San Agustín busca el prototipo de la verdad en las verdades matemáticas, cuando dice, por ejemplo, que la proposición 7+3=10, es una proposición de vigencia universal para cualquiera que tenga razón. Aquí donde se ve que 7+3 tiene que ser igual a 10, halla San Agustín lo que también en otros casos debe ser verdad para todo espíritu racional, a saber, las reglasideas y normas conforme a las cuales registramos y leemos lo sensible y al mismo tiempo lo estimamos y rectificamos. Estas reglas son algo apriorístico, en lo cual el hombre, frente al mundo y su experiencia, se demuestra superior, libre y autónomo.
  2. Dios: el mismo San Agustín que busca la verdad en el interior del hombre, dice a la vez con no menor énfasis: Dios es la verdad. San Agustín se eleva de lo verdadero singular a la verdad una gracias a la que todo lo verdadero es verdadero para tener participación en ella. Considera esta ascensión como prueba de que existe Dios y el mismo tiempo de lo que Dios mismo es: el todo de lo verdadero, el ser bueno de todo lo bueno, el ser de todo ser. Así Dios es todo, pero a la vez no es nada de todo, pues sobre puja a todo, ninguna categoría se le puede aplicar.
  3. Creación: este concepto no es filosófico sino teológico. Por tanto, cuando San Agustín trata de pensarlo, se le ofrecen inmediatamente dificultades filosóficas. En este caso, habría que admitir también en Dios lo mutable. Por otra parte, la creación proviene de un acto libre de la voluntad de Dios, y no es por tanto, una procesión necesaria, como con frecuencia sé repitió contra la teoría de la emanación. San Agustín deja por fin la cuestión en suspenso. Ve que no se puede resolver con nuestros conceptos espaciales y temporales.
  4. Alma: lo que San Agustín escribe sobre el alma, su fina intuición, su arte de ver y dominar las cosas, su penetrante análisis y otras diversas cualidades lo revelan como sicólogo de primer orden. El alma tenía para él especial interés. "A Dios y al alma deseo conocer". El alma tiene un efecto el primado frente al cuerpo. Cierto que San Agustín no es ya pesimista acerca del cuerpo: el espíritu del cristianismo y su doctrina de la creación no lo permiten. No obstante, para San Agustín el hombre es propiamente el alma. Y así, seguirá pensándose, aun después de que en la alta edad media prospere la formula aristotélica de la unidad del cuerpo y el alma.
  5. El Bien: cuando San Agustín habla en lenguaje religioso, el bien no es para él otra cosa más que la voluntad de Dios. Pero cuando trata de descubrir los fundamentos más profundos, dice: "El bien se da con la ley eterna". Son las ideas eternas en la mente de Dios que, como para los platónicos, también aquí constituyen el fundamento de conocer, del ser y del bien. Son un orden eterno. No solo el hombre es bueno, también los seres son buenos y el conocimiento es verdadero, con tal que se orienten conforme a este orden eterno.
  6. La Ciudad de Dios: siempre tendrá lugar en la historia del mundo la lucha entre la luz y las tinieblas, entre lo eterno y lo temporal, entre lo supra sensible y lo sensible, entre lo devino y lo antidivino. En su gran obra la Ciudad de Dios San Agustín, muestra cómo los poderes del bien tienen que luchar constantemente con los poderes del mal. Su sentido definitivo es el triunfo del bien sobre el mal.

El Escolasticismo.
Movimiento filosófico y teológico que intentó utilizar la razón natural humana, en particular la filosofía y la ciencia de Aristóteles, para comprender el contenido sobrenatural de la revelación cristiana. Principal movimiento en las escuelas y universidades medievales de Europa, desde mediados del siglo XI hasta mediados del siglo XV, su ideal último fue integrar en un sistema ordenado tanto el saber natural de Grecia y Romacomo el saber religioso del cristianismo. El término escolástica también se utiliza en un sentido más amplio para expresar el espíritu y métodos característicos de ese momento de la historia de la filosofía o cualquier otro espíritu o actitud similar hacia el saber encontrados en otras épocas. El término escolástica, que en su origen designaba a los maestros de las escuelas monásticas o catedralicias medievales, de las que surgieron las universidades, acabó por aplicarse a cualquiera que enseñara filosofía o teología en dichas escuelas o universidades.
  • Características Principales.
Los pensadores escolásticos sostuvieron una amplia variedad de ideas tanto en filosofía como en teología. Lo que da unidad a todo el movimiento escolástico son las metas comunes, las actitudes y los métodos aceptados de un modo general por todos sus miembros. La principal preocupación de los escolásticos no fue conocer nuevos hechos sino integrar el conocimiento ya adquirido de forma separada por el razonamiento griego y la revelación cristiana. Este interés es una de las diferencias más características entre la escolástica y el pensamiento moderno desde el renacimiento.
El objetivo esencial de los escolásticos determinó algunas actitudes comunes, de las que la más importante fue su convicción de la armonía fundamental entre razón y revelación. Los escolásticos afirmaban que el mismo Dios era la fuente de ambos tipos de conocimiento y la verdad era uno de Sus principales atributos. No podía contradecirse a Sí mismo en estos dos caminos de expresión. Cualquier oposición aparente entre revelación y razón podía deberse o a un uso incorrecto de la razón o a una errónea interpretación de las palabras de la revelación. Como los escolásticos creían que la revelación era la enseñanza directa de Dios, ésta tenía para ellos un mayor grado de verdad y certeza que la razón natural. En los conflictos entre fe religiosa y razonamiento filosófico, la fe era siempre el árbitro supremo, la decisión de los teólogos prevalecía sobre la de los filósofos. Después de principios del siglo XIII, el pensamiento escolástico puso mayor énfasis en la independencia de la filosofía en su campo propio. A pesar de todo, durante el periodo escolástico la filosofía estuvo al servicio de la teología, no sólo porque la verdad de la filosofía estaba subordinada a la de la teología, sino también porque los teólogos utilizaban la filosofía para comprender y explicar la revelación.
Esta postura de la escolástica chocó con la llamada teoría de la doble verdad del filósofo y físico hispano-árabe Averroes. Su teoría mantenía que la verdad era accesible tanto a la teología como a la filosofía islámica pero que tan sólo la filosofía podía alcanzarla en su totalidad. Por lo tanto, las llamadas verdades de la teología servían, para la gente común, de expresiones imaginativas imperfectas de la verdad auténtica, sólo accesible por la filosofía. Averroes sostenía que la verdad filosófica podía incluso contradecir, al menos de una forma verbal, las enseñanzas de la teología islámica.
Como resultado de su creencia en la armonía entre fe y razón, los escolásticos intentaron determinar el ámbito preciso y las competencias de cada una de estas facultades. Muchos de los primeros escolásticos, como el eclesiástico y filósofo italiano san Anselmo, no lo consiguieron y estuvieron convencidos de que la razón podía probar algunas doctrinas procedentes de la revelación divina. Más tarde, en el momento de esplendor de la escolástica, el teólogo y filósofo italiano santo Tomás de Aquino estableció un equilibrio entre razón y revelación. Sin embargo, los escolásticos posteriores a santo Tomás, empezando por el teólogo y filósofo escocés Duns Escoto, limitaron cada vez más el campo de las verdades capaces de ser probadas a través de la razón e insistieron en que muchas doctrinas anteriores que se pensaba habían sido probadas por la filosofía tenían que ser aceptadas sobre la base única de la fe. Una de las razones de esta limitación fue que los escolásticos aplicaron los requisitos para la demostración científica, recogidos al principio en el Organon de Aristóteles, de una manera mucho más rigurosa que lo había hecho cualquiera de los filósofos anteriores. Esos requisitos eran tan estrictos que el propio Aristóteles rara vez fue capaz de aplicarlos en detalle más allá del campo de las matemáticas. Esta tendencia desembocó de forma teórica en la pérdida de confianza en la razón natural humana y en la filosofía, como quedó caracterizada la primera época del renacimiento, y así lo asumieron los primeros reformadores religiosos protestantes, como Martín Lutero.
Otra actitud común entre los escolásticos fue su sometimiento a las llamadas autoridades, tanto en filosofía como en teología. Esas autoridades eran los grandes maestros del pensamiento de Grecia y Roma y los primeros Padres de la Iglesia. Los escolásticos medievales se impusieron a sí mismos pensar y escribir mediante el estudio único e intensivo de los autores clásicos, a cuya cultura y saber atribuían certezas inmutables. Tras alcanzar su plena madurez de pensamiento y producir los primeros trabajos originales de filosofía, siguieron citando a las autoridades para dar peso a sus propias opiniones, aunque a estas últimas llegaban en muchos casos de manera independiente. Críticas posteriores concluyeron de esta práctica que los escolásticos eran meros compiladores o repetidores de sus maestros. En realidad, los escolásticos maduros, como santo Tomás de Aquino o Duns Escoto, fueron muy flexibles e independientes en su utilización de los textos de los clásicos; a menudo con el fin de armonizar los textos con sus propias posiciones, ofrecieron interpretaciones que eran difíciles de conciliar con las intenciones y motivos inspiradores en los clásicos. El recurso a la cita de los clásicos fue, en muchos casos, poco más que un ornamento estilístico para empezar o finalizar la exposición de las propias opiniones e intentaba demostrar que las ideas del exegeta eran continuidad del pasado y no simples novedades. Novedad y originalidad de pensamiento no eran perseguidos de forma deliberada por ninguno de los escolásticos sino más bien minimizadas lo más posible.
Los escolásticos consideraron a Aristóteles la máxima autoridad filosófica, llamándole de modo habitual "el filósofo". El primer prelado y teólogo cristiano san Agustín fue su principal autoridad en teología, tan sólo subordinado a la Biblia y a los concilios oficiales de la Iglesia. Los escolásticos se adhirieron con mayor intensidad y sin ninguna crítica a las doctrinas emitidas por la jerarquía eclesial al admitir las opiniones de Aristóteles en materia de ciencias empíricas, como la física, la astronomía y la biología. Su aceptación sin crítica debilitó a la escolástica y fue una de las principales razones de su desdeñoso rechazo por parte de los investigadores y sabios del renacimiento e incluso de mucho tiempo después.
  • Métodos Comunes.
Uno de los principales métodos de la escolástica fue el uso de la lógica y el vocabulario filosófico de Aristóteles en la enseñanza, la demostración y la discusión. Otro importante método fue enseñar un texto por medio de un comentario de alguna autoridad aceptada. En filosofía, esa autoridad era atribuida de un modo casi mecánico y procedimental a Aristóteles. En teología, los textos principales eran la Biblia y el Sententiarum Libri Quatuor (Cuatro libros de Sentencias) del teólogo y prelado italiano del siglo XII Pedro Lombardo, una recopilación de las opiniones de los primeros Padres de la Iglesia sobre problemas de teología. Los primeros escolásticos empezaron asumiendo como ortodoxia intelectual el contenido de los textos que estaban comentando. Poco a poco, conforme la práctica de la lectura fue desarrollando su propio poder de crítica, introdujeron muchos comentarios suplementarios sobre algunos puntos que el propio texto no cubría o no había resuelto de forma adecuada. A partir del siglo XIII, esos comentarios suplementarios, que expresaban el pensamiento personal de los maestros, se convirtieron en la parte más amplia y trascendente de los textos, resultando así que la explicación literal del texto era reducida a un simple pasaje de cada exégesis.
Junto con los comentarios contaba la técnica de discusión por medio del debate público. Cada profesor de una universidad medieval debía aparecer varias veces al año ante el cuerpo docente y los alumnos, reunidos en asamblea, en un debate para defender los puntos cruciales de sus propias enseñanzas frente a todo aquel que las pusiera en duda. Las ideas de la lógica aristotélica se empleaban tanto en la defensa como en el ataque. En el siglo XIII el debate público se convirtió en un instrumento educativo flexible para estimular, probar y comunicar el progreso del pensamiento en la filosofía y teología. Después de la mitad del siglo XIV, sin embargo, la vitalidad del debate público decayó y se convirtió en un rígido formalismo. Los participantes se sentían menos interesados en el contenido real que en pequeños puntos de la lógica y nimias sutilezas del pensamiento. Este tipo degradado de debate influyó mucho en dar una mala reputación a la escolástica durante el renacimiento y posteriormente; en consecuencia muchos pensadores modernos lo han considerado un mero mecanismo lógico pedante y artificial.
Filósofos de la escolástica.
  • San Anselmo de Cantorbery (c. 1033-1109).
Teólogo, filósofo y Doctor de la Iglesia, que propuso una teoría sobre la existencia de Dios que todavía hoy se sigue debatiendo.
Nació en Aosta (norte de Italia) en el seno de una familia acomodada. En 1060 ingresó en el monasterio benedictino de Bec (Normandía), donde era abad el religioso y erudito Lanfranco. Cuando, en 1070, éste fue nombrado arzobispo de Canterbury por el rey de Inglaterra Guillermo I el Conquistador, Anselmo le sustituyó al frente del monasterio. Durante estos años alcanzó un gran prestigio por sus conocimientos y piedad, y sus monjes le animaron a que pusiera por escrito las meditaciones en que basaba sus enseñanzas. De esta manera redactó Monologium (1077), en el que, reflejando la influencia de san Agustín de Hipona, presentaba a Dios como el Ser más supremo e investigaba sobre sus atributos. Animado por la acogida que tuvo su obra, continuó con su proyecto de comprensión de la búsqueda de fe, concluyendo Proslogium (1078), donde presentaba lo que en el siglo XVIII llegó a conocerse como el argumento ontológico de la existencia de Dios. Sostenía que incluso quienes dudaban de la existencia de Dios habrían de observar cierta comprensión sobre lo que dudaban: es decir, comprenderían a Dios como un ser del que no se puede pensar algo más grande. Puesto que es más grande existir fuera de la mente que sólo en la mente, un escéptico que negara la existencia de Dios estaría incurriendo en una contradicción, ya que estaría afirmando que es posible pensar en algo más grande que en un ser del que nada más grande se puede pensar. De aquí que, por definición, Dios existe.
La crítica básica al argumento de san Anselmo es que no se puede deducir la existencia fuera de la mente de nada, analizando su definición. Ya en su época, el monje Gaunilón de Marmoutier puso objeciones a su razonamiento, como más tarde lo harían santo Tomás de Aquino e Immanuel Kant. Sin embargo, René Descartes, Baruch Spinoza, Gottfried Wilhelm Leibniz y algunos pensadores contemporáneos han emitido razonamientos similares.
En 1093, Anselmo fue llamado para suceder a Lanfranco como arzobispo de Canterbury. Desde esta dignidad participó en una época de grandes conflictos con Guillermo II el Rojo, sucesor de Guillermo I el Conquistador en el trono de Inglaterra, sobre la independencia de la Iglesia del poder regio. Tanto durante su estancia en Inglaterra como en su posterior exilio italiano, san Anselmo estuvo siempre enfrentado con los poderes seculares. A pesar de ello, continuó sus reflexiones teológicas, escribiendo Cur Deus Homo, un estudio sobre la encarnación y crucifixión de Jesucristo como una forma de expiación del pecado.
En 1100, cuando Enrique I heredó la corona inglesa, Anselmo regresó a Canterbury, siendo posteriormente desterrado, de nuevo, por sus continuas controversias con el Rey. Hasta 1106 no regresó a Canterbury, donde vivió hasta el día de su fallecimiento, ocurrido el 2 de abril de 1109. Fue canonizado en 1163 y declarado Doctor de la Iglesia en 1720. Su festividad se celebra el 21 de abril.
San Buenaventura (c. 1217-1274).
Teólogo cristiano y vicario general de los franciscanos, célebre por sus escritos espirituales, se le conoció como el Doctor Seráfico.
Buenaventura nació en Bagnoregio (cerca de Viterbo, Italia), hijo de Juan de Fidanza. De nombre Juan, ingresó en la Universidad de París en 1235, donde estudió bajo las enseñanzas de Alejandro de Hales. Ingresó en la orden franciscana en 1243, y adoptó el nombre de Buenaventura y profundizó en sus estudios hasta convertirse en maestro (profesor) de teología en 1254. Durante este periodo preparó un comentario sobre las Escrituras, el Breviloquium y al igual que su coetáneo Tomás de Aquino, trabajó para integrar la visión aristotélica en la tradición de san Agustín. Buenaventura aceptó gran parte de la filosofía científica de Aristóteles, pero rechazó cuanto conocía de su metafísica por insuficiente, ya que, según Buenaventura, al filósofo no le guiaba la luz de la fe cristiana. La doctrina de la iluminación de la mente humana (el alma) por el divino —una forma de identificar la verdad o falsedad del juicio— la tomó de las doctrinas de san Agustín. Su Itinerario de la mente hacia Dios (1259) y sus breves tratados místicos reflejan su preocupación por la forma en que el alma reconoce y se une a Dios.
Célebre por sus estudios y buen juicio, Buenaventura fue elegido vicario general de los franciscanos en 1257, en un momento en que la comunidad se hallaba escindida a causa de la controversia sobre hasta qué punto debía, como orden, respetar el compromiso de san Francisco con la pobreza. Consiguió superar dicha división y por ello se le considera como el segundo fundador de la orden. Escribió (1263) la versión oficial de la Vida de san Francisco de Asís, y se dedicó a viajar y a predicar el estilo de vida franciscano.
El papa Gregorio X (Papa entre 1271 y 1276) le nombró cardenal arzobispo de Albano en mayo de 1273 y Buenaventura colaboró en los preparativos del Concilio de Lyon convocado para solventar el cisma con la Iglesia oriental. Murió el 15 de julio de 1274 en Lyon.
El papa Sixto IV santificó a Buenaventura en 1482 y en 1587 o 1588, el papa Sixto V le nombró doctor de la Iglesia. Su festividad se celebra el 15 de julio.

  • Santo Tomás de Aquino (1225-1274).
A veces llamado doctor angélico y el príncipe de los escolásticos, filósofo y teólogo italiano, cuyas obras lo han convertido en la figura más importante de la filosofía escolástica y uno de los teólogos sobresalientes del catolicismo.
Nació en una familia noble en Roccasecca (cerca de Aquino, en Italia) y estudió en el monasterio benedictino de monte Cassino y en la Universidad de Nápoles. Ingresó en la orden de los dominicos todavía sin graduarse en 1243, el año de la muerte de su padre. Su madre, que se oponía a la entrada de Tomás en una orden mendicante, le confinó en el castillo familiar durante más de un año en un vano intento de hacerle abandonar el camino que había elegido. Le liberó en 1245, y entonces Tomás viajó a París para completar su formación. Estudió con el filósofo escolástico alemán Alberto Magno, siguiéndole a Colonia en 1248. Porque Tomás era de poderosa constitución física y taciturno, sus compañeros novicios le llamaban buey mudo, pero Alberto Magno había predicho que "este buey un día llenará el mundo con sus bramidos".
Tomás de Aquino fue ordenado sacerdote en 1250, y empezó a impartir clases en la Universidad de París en 1252. Sus primeros escritos, en particular sumarios y explicaciones de sus clases, aparecieron dos años más tarde. Su primera obra importante fue Scripta super libros Sententiarum (c. 1256), que consiste en comentarios sobre una obra influyente relacionada con los sacramentos de la Iglesia, conocida como el Sententiarum libri quatuor, del teólogo italiano Pedro Lombardo. En 1256 a Tomás de Aquino se le concedió un doctorado en teología y fue nombrado profesor de filosofía en la Universidad de París. El papa Alejandro IV, que ocupó la silla pontificia desde 1254 hasta 1261, le llamó a Roma en 1259, donde sirvió como consejero y profesor en la curia papal. Regresó a París en 1268, y en seguida llegó a implicarse en una controversia con el filósofo francés Siger de Brabant y otros seguidores del filósofo islámico Averroes.
Estudio de Aristóteles y los averroístas para comprender la crucial importancia de esta polémica en la evolución del pensamiento de Occidente, es necesario considerar el contexto en que se produjo. Antes de Tomás de Aquino, el pensamiento occidental había estado dominado por la filosofía de san Agustín, el gran Padre y Doctor de la Iglesia occidental durante los siglos IV y V, quien consideraba que en la búsqueda de la verdad se debía confiar en la experiencia de los sentidos. A principios del siglo XIII las principales obras de Aristóteles estuvieron disponibles en una traducción latina de la escuela de traductores de Toledo, acompañadas por los comentarios de Averroes y otros eruditos islámicos. El vigor, la claridad y la autoridad de las enseñanzas de Aristóteles devolvieron la confianza en el conocimiento empírico, lo que originó la formación de una escuela de filósofos conocidos como averroístas. Bajo el liderazgo de Siger de Brabant, los averroístas afirmaban que la filosofía era independiente de la revelación. Esta postura amenazaba la integridad y supremacía de la doctrina católica, apostólica romana y llenó de preocupación a los pensadores ortodoxos. Ignorar a Aristóteles, tal como lo hacían los averroístas, era imposible, y condenar sus enseñanzas era inútil. Tenía que ser tenido en cuenta. San Alberto Magno y otros eruditos habían intentado hacer frente a los averroístas, pero con poco éxito. Santo Tomás triunfó con brillantez.
Reconciliando el énfasis agustino sobre el principio humano espiritual con la afirmación averroísta de la autonomía del conocimiento derivado de los sentidos, Tomás de Aquino insistía que las verdades de la fe y las propias de la experiencia sensible, así como las presentadas por Aristóteles, son compatibles y complementarias. Algunas verdades, como el misterio de la encarnación, pueden ser conocidas sólo a través de la revelación, y otras, como la composición de las cosas materiales, sólo a través de la experiencia; aun otras, como la existencia de Dios, son conocidas a través de ambas por igual. Así, la fe guía al hombre hacia su fin último, Dios; supera a la razón, pero no la anula. Todo conocimiento, mantenía, tiene su origen en la sensación, pero los datos sensibles pueden hacerse inteligibles sólo por la acción del intelecto, que eleva el pensamiento hacia la aprehensión de tales realidades inmateriales como el alma humana, los ángeles y Dios. Para lograr la comprensión de las verdades más elevadas, aquellas con las que está relacionada la religión, es necesaria la ayuda de la revelación. El realismo moderado de santo Tomás afirmó los grandes conceptos de su sistema en el pensamiento, en oposición al realismo extremo, el cual los proponía como independientes del pensamiento humano. No obstante, admitía una base para los universales en las cosas existentes en oposición al nominalismo y conceptualismo. En su filosofía de la política, a pesar de reconocer el valor positivo de la sociedad humana, se propone justificar la perfecta racionalidad de la subordinación del Estado a la Iglesia.
Santo Tomás primero sugirió su opinión madurada en De unitate intellectus contra averroistas (1270). Esta obra volvió la tendencia contra sus oponentes, quienes fueron censurados por la Iglesia.
Santo Tomás dejó París en 1272 y se fue a Nápoles, donde organizó una nueva escuela dominica. En marzo de 1274, mientras viajaba para asistir al Concilio de Lyon, al que había sido enviado por el papa Gregorio X, cayó enfermo. Murió el 7 de marzo en el monasterio cisterciense de Fossanova.
Con más fortuna que ningún otro teólogo o filósofo, santo Tomás organizó el conocimiento de su tiempo y lo puso al servicio de su fe. En su esfuerzo para reconciliar fe con intelecto, creó una síntesis filosófica de las obras y enseñanzas de Aristóteles y otros sabios clásicos: de san Agustín y otros Padres de la Iglesia, de Averroes, Avicena, y otros eruditos islámicos, de pensadores judíos como Maimónides y Solomon ben Yehuda ibn Gabirol, y de sus predecesores en la tradición escolástica. Esta síntesis la llevó en la línea de la Biblia y la doctrina católica.
El éxito de santo Tomás fue inmenso; su obra marca una de las escasas grandes culminaciones en la historia de la filosofía. Después de él, los filósofos occidentales sólo podían elegir entre seguirle con humildad o inclinarse hacia alguna otra dirección diferente. En los siglos posteriores a su muerte, la tendencia dominante y constante entre los pensadores católicos fue adoptar la segunda alternativa. El interés en la filosofía tomista empezó a restablecerse, sin embargo, hacia el final del siglo XIX. En la encíclica Aeterni Patris (Del Padre eterno, 1879), el papa León XIII recomendaba que la filosofía de santo Tomás fuera la base de la enseñanza en todas las escuelas católicas. El papa Pío XII, en la encíclica Humani generis (1950), afirmaba que la filosofía tomista es la guía más segura para la doctrina católica y desaprobaba toda desviación de ella. El tomismo permanece como una escuela importante en el pensamiento contemporáneo. Entre los pensadores, católicos y no católicos, que han trabajado dentro del marco tomista, han estado los filósofos franceses Jacques Maritain y Étienne Gilson.
Santo Tomás fue un autor prolífico en extremo, con cerca de 800 obras atribuidas. Las dos más importantes son Summa contra Gentiles (1261-1264), un estudio razonado con la intención de persuadir a los intelectuales musulmanes de la verdad del cristianismo y la Summa theologica (1265-1273), en tres partes (sobre Dios, la vida moral del hombre y Cristo), de la que la última está inacabada.
  • Duns Escoto, Juan (c. 1266-1308).
Teólogo y filósofo escocés, creador de la escuela escolástica llamada escotismo. Nacido en Duns, Lothian, Duns Escoto entró en la orden franciscana y estudió en las universidades de Oxford y París. Más tarde impartiría clases en ambos centros sobre las Sentencias, el manual teológico básico del teólogo italiano Pedro Lombardo. En 1303 se exilió de París por negarse a apoyar a Felipe IV, rey de Francia, en su disputa con el papa Bonifacio VIII sobre la los impuestos con que se gravaban las propiedades de la Iglesia. Después de un breve exilio Duns Escoto volvió a París, donde enseñó hasta 1307. A finales de ese año fue enviado a Colonia, donde dio clases hasta su muerte, el 8 de noviembre de 1308. Sus escritos más importantes son las dos colecciones de Comentarios sobre las Sentencias y los tratados Cuestiones quodlibetic, Cuestiones sobre metafísica, y Sobre el principio primero. A causa de su intrincado pero hábil método de análisis, en concreto en su defensa de la doctrina de la Inmaculada Concepción (que el papa Pío IX definió como dogma de la Iglesia católica en 1854), se le conoce como Doctor Subtilis (en latín, 'doctor sutil').
En su sistema de filosofía Duns Escoto analizó con precisión los conceptos de causalidad y posibilidad en un intento de establecer una prueba rigurosa de la existencia de Dios, el ser primero e infinito. No obstante, mantenía que para conocer la verdad en toda su amplitud y cumplir con el propio destino eterno no debe limitarse a hacer uso de las intuiciones derivadas del conocimiento natural o la filosofía, sino que también debe intentar conocer y aceptar la revelación divina. La revelación complementa y perfecciona el conocimiento natural, y, en consecuencia, no puede haber contradicción entre ellos. Para Duns Escoto, teología y filosofía son disciplinas distintas y separadas; sin embargo, se complementan, porque la teología recurre a la filosofía como una herramienta. En su opinión, el interés primordial de la teología es Dios, considerado desde el punto de vista de Su propia naturaleza, mientras que la filosofía sólo apela a Dios en la medida en que Él es la causa primera de las cosas. Al considerar la naturaleza de la teología como una ciencia, sin embargo, Duns Escoto se apartó de forma clara de su precursor dominico, santo Tomás de Aquino. Mientras santo Tomás definía la teología primero y ante todo como una disciplina especulativa, Duns Escoto abordaba la teología como una ciencia práctica, interesada en cuestiones teóricas sólo en la medida en que éstas se plantean como fin el salvar almas a través de la revelación. Argumentó que mediante la fe una persona puede conocer con absoluta certeza que el alma es incorruptible e inmortal; la razón puede argumentar con verosimilitud la existencia de tales cualidades del alma, pero no puede probar que existan con exactitud.
Como santo Tomás, Escoto fue un realista de la filosofía, pero se distinguía de éste en ciertas materias básicas. El principal punto de diferencia entre ellos está relacionado con sus ideas de la percepción. Duns Escoto mantenía que una comprensión directa, intuitiva, de las cosas concretas se obtiene tanto a través del intelecto como de los sentidos. Aquino, por otro lado, sostenía que el intelecto no conoce por sí mismo la singularidad de las cosas materiales sino sólo las naturalezas universales abstraídas a su vez de las percepciones.
Duns Escoto afirmaba que los universales no tienen una existencia separada de la mente humana, sino que cada cosa separada o 'singular' posee una naturaleza distinta hacia el exterior que comparte con otras cosas de la misma clase. Este hecho, pensaba, suministra el fundamento objetivo de nuestro conocimiento sobre las verdades esenciales. Siguiendo la tradición franciscana establecida por el teólogo italiano San Buenaventura, Duns Escoto recalcó la primacía de la libertad humana y de los actos de amor sobre el intelecto. Evitaba una visión arbitraria o voluntarista de los actos de Dios, aunque advertía al mismo tiempo que la existencia actual de las cosas depende de una decisión libre tomada por Dios, y sostenía que las obligaciones morales dependen de la voluntad de Dios. Esa voluntad, enseñaba, es libre por completo y no estaba formada o determinada por motivos concretos. Dios ordena una acción no porque él vea que es buena, como afirmaba santo Tomás, sino que la hace buena al ordenarla.
Duns Escoto fue uno de los más profundos y refinados teólogos y filósofos medievales conocidos por su filiación escolástica. Durante muchos siglos después de su muerte, sus seguidores, llamados escotistas, estuvieron en conflicto con los adeptos de santo Tomás, que eran llamados tomistas.
  • Ockham, Guillermo de (c. 1285-c. 1349).
Conocido como Doctor Invincibilis (en latín, ‘Doctor invencible’) y Venerabilis Inceptor (en latín, ‘Venerable iniciador’), filósofo inglés y teólogo escolástico, considerado el mayor representante de la escuela nominalista, la más consistente y directa rival de las escuelas tomista y escotista.
Nació en Surrey, Inglaterra. Entró en la orden de los franciscanos y estudió y enseñó en la Universidad de Oxford desde 1309 hasta 1319. Acusado por el papa Juan XXII de impartir enseñanzas peligrosas, permaneció en arresto domiciliario desde 1324 hasta 1328 en el palacio papal de Aviñón (Francia) mientras se sometía a examen la ortodoxia de sus escritos. Se alió con los franciscanos contra el papa en una disputa sobre la pobreza de la orden y huyó a Munich en 1328 para acogerse a la protección de Luis IV, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, que había rechazado la autoridad pontificia en asuntos políticos. Excomulgado por el Papa, Ockham escribió contra el papado y defendió al emperador hasta que este murió en 1347. El filósofo murió en Munich, mientras intentaba lograr una reconciliación con el papa Clemente VI.
Ockham alcanzó la fama como alguien que aplicó la lógica de forma rigurosa para mostrar que muchas creencias de los filósofos cristianos (por ejemplo que Dios es uno, omnipotente, creador de todas las cosas, y que el alma humana es inmortal) no se podían probar mediante la razón filosófica o natural, sino tan sólo a través de la revelación divina. Su nombre se atribuye al principio de economía en lógica formal, conocido como ‘la navaja de Ockham’, según la cual las entidades no tienen que ser multiplicadas sin necesidad.
NOTA: TOMADO DE MONOGRAFIAS CON ALGUNAS CORRECCIONES.
BIBLIOGRAFIA
GARCÍA M. Manuel; (1971). "Lecciones Preliminares de Filosofía." Editorial Porrúa. 3ra ediciónMéxico D.F., México.
HIRSCHBERGER, J.; (1968). "Breve Historia de la Filosofía." Edittorial Herder. 2da edición. Barcelona, España.

MARÍAS, Julián; (1960). "Historia de la Filosofía." Ediciones Castilla. 12ª edición. Madrid, España.

Leer más: 
http://www.monografias.com/trabajos/filosofmedie/filosofmedie.shtml#ixzz2zTAYg9tG

martes, 1 de abril de 2014

ANTROPOLOGÍA. COLEGIO SALESIANO SANTO DOMINGO SAVIO.


ÁREA DE FILOSOFÍA
ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA
.
 GRADO UNDÉCIMO
METODOLOGÍA:
Lectura personal y grupal de los documentos y explicaciones magistrales.

SISTEMA EVALUATIVO
1.    Participación en clase.
2.    Evaluación escrita de conceptos.
3.    Lectura y ponencia de documentos.
4.    Evaluación final del tratado: Con los contenidos  vistos  en clase y las lecturas complementarias realizar un escrito respondiendo a la pregunta ¿QUE ES EL HOMBRE?
INTRODUCCIÓN

La antropología filosófica (del griego άνθρωπος, ánthropos, "hombre", y λόγος, logos, "razonamiento" o "discurso.
“Nunca en la historia, tal como la conocemos, el hombre ha sido más que un problema en sí” Max Scheler.
La antropología filosófica marca un punto de inflexión en la filosofía por medio de la crítica de la tradición idealista y del dualismo cartesiano, con una concepción del hombre como una unidad física y psíquica. Fue también una respuesta a la teoría del historicismo alemán.
La base de su planteamiento consistía en utilizar las enseñanzas de las ciencias naturales (biología, zoología, etología, paleoantropología) y las ciencias humanas para tratar de identificar las características de la especie humana, su posición específica en el mundo en el entorno de los reinos mineral, vegetal y animal.
A través de la historia podemos darnos cuenta de que el concepto del hombre, varía según las diferentes culturas de los pueblos, es evidente que la definición que manejamos de nosotros mismos resalta en gran parte la aptitud o respuesta que tengamos ante nuestro entorno, el cual dependerá directamente del concepto que demos a nosotros mismos como los seres humanos que somos. La antropología filosófica pone como centro de su reflexión al ser humano, busca comprender al hombre como un ser que vive y sabe que vive en este mundo.
El saber humano es la dimensión propia del ser pues es el único ente biológico que necesita comprenderse para saber quién es, quién quiere ser y qué puede hacer con su vida. Pero ¿para qué estudiar antropología filosófica dentro de las carreras sociales y humanas? ¿Acaso ese asunto no les compete solamente a aquellas personas que siguen alguna licenciatura en filosofía, psicología, sociología o antropología?, pues no, la enseñanza de la antropología filosófica nos ayudara a conocer y fundamentar el camino del ser humano, tratar de responder a las cuestiones existenciales ¿Qué es el hombre?, ¿De dónde venimos?, ¿Hacia dónde vamos?, ¿Qué es la muerte?; siendo estas las preguntas fundamentales de la antropología.
Preguntas fundamentales a las que se intenta responder
¿Qué es el hombre? Por la denominación científica es el Homo sapiens (hombre que piensa), entonces desde ese punto de vista científico seria una especie animal constituida por los seres humanos, perteneciendo al orden de los primates. Sus capacidades mentales le permiten inventar, aprender y utilizar estructuras lingüísticas complejas, matemáticas, escritura, ciencia, tecnología. Ahora desde un punto más espiritual decimos que el hombre es un ser racional compuesto de cuerpo físico y alma, un ser que ama y el mismo que posee un sin número de sentimientos.

Según el diccionario, por “naturaleza” se entiende las siguientes definiciones: “Modo de ser de una persona o cosa. Conjunto de las cosas del universo físico. Constitución física de una persona”. (Pequeño Diccionario Kapelusz de la Lengua Española. Ed. Kapelusz. Pag 348.)

Si bien el término “naturaleza” puede tener varias definiciones, elegiremos la primera y la tercera. Y es que la pregunta ¿Qué y quién es el hombre? Busca necesariamente eso que todos tenemos en común y que nos identifica en una misma especie humana. Pero ¿de qué me sirve saber que comparto con el otro algo en común, si  es tan diferente a mí?

Para entender el significado y la importancia a largo alcance de naturaleza humana es preciso evitar el dualismo planteado, desde hace mucho tiempo atrás, por Platón y luego por Descartes en el siglo XVI. No hablamos de aspectos iguales ni semejantes en comparación con otros seres humanos. Hablamos de una misma materia que compartimos al ser personas. De unas mismas capacidades al venir a este mundo como seres humanos. Hablamos, al final de cuentas, de nuestros semejantes.

El hombre no es la suma de las partes, ni la división de alma y cuerpo. No es tampoco solo alma (racionalismo), ni solamente cuerpo (empirismo). La naturaleza del hombre, tampoco puede quedar a merced de un punto de vista subjetivo, que se traduce en el parecer de cada quien. Sean cual fueran las diversas posturas, la naturaleza humana en sí, tiene una objetividad intrínseca, un valor por sí misma. Una finalidad que surge de las mismas potencialidades espirituales humanas (inteligencia y voluntad), y un determinado modo de manifestarse en el mundo según sea mujer u hombre. Captar esto nos hace capaces de entender el gran reto de todo ser humano por alcanzar el ideal de excelencia humana.

Siguiendo la línea del pensamiento del filósofo francés, Gabriel Marcel: que el hombre es un ser encarnado, abierto, libre y espiritual.

“Que el hombre sea un ser encarnado quiere decir para Marcel que es un ser corporal y que está en el mundo y mantiene relaciones con los otros seres mediante su cuerpo. El estudio de la encarnación en el pensamiento de Marcel es, pues, principalmente el estudio de la corporalidad humana, que no es algo accidental o añadido al hombre, sino algo metafísico, propio de su ser”. (Urubayen, Julia. “El Pensamiento Antropológico de Gabriel Marcel”. Ed Eunsa. Pág. 38)

No podemos entender al hombre en términos idealistas, ni tampoco reducirlo, a un enmarañado de instintos de estímulo y respuesta, porque comparte como los animales un sistema sensitivo. El hombre no es solo cuerpo. No tiene un sistema cerrado. El hombre por eso es más que su propia naturaleza, y es más que cuerpo y alma, porque no ha venido al mundo configurado, ni determinado, sino todo lo contrario, libre. Con la libertad, el hombre no solo es capaz de lograr mejoras en su ser y elevar su naturaleza humana, sino que es capaz además de encontrar respuestas en el mismo carácter antropológico de su ser. Es capaz de preguntarse por su existencia, por el sentido de su vida, por su condición de persona, por su trascendencia.

Sin embargo, la situación de la persona es que su ser se aparece como unido a un cuerpo. Muchas veces podemos experimentar de manera vivencial la contradicción de nuestro ser con nuestro cuerpo. La disyuntiva casi tácita, del deber con el querer. Son los típicos casos cuando la conciencia nos aconseja la norma y el cuerpo nos violenta con la negación. O de lo contrario, el imperio autosuficiente de la razón que contradice lo que el cuerpo hace o pide.

Estas experiencias normales en la naturaleza humana, nos permiten afirmar que en la existencia, además de ser encarnada, existen dos tipos de relación diferente de mí ser con el cuerpo y la conciencia. “La primera relación se establece cuando el cuerpo es dado a la conciencia especialmente. La segunda surge cuando el cuerpo propio es dado como experiencia interna”. Es decir, la primera surge cuando experimento que mi cuerpo está instalado en el mundo. La segunda surge cuando soy consciente de que mi cuerpo es la manifestación de mi yo.

¿De dónde venimos? El proceso de evolución biológica de la especie humana (hominización), nos habla de sus ancestros hasta el estado actual, el ser humano desciende muy posiblemente del chimpancé. Ahora desde el punto de vista de la religión fuimos creados por Dios, todo poderoso y omnipotente.
¿Hacia dónde vamos? El ser humano posee libre albedrio, poder de decisión; pero desde un punto de vista más metafísico todos tendríamos un destino. Allí planteamos más preguntas como ¿Cuál es el fin de la raza humana? ¿Existe una misión para mí?
¿Qué es la muerte? Según el punto de vista de la ciencia de la tanatologia, la muerte es el fin del la existencia del ser, se cumple el ciclo vital de la vida. Pero desde una concepción más espiritual la muerte seria solo el principio de una nueva vida en un más allá.
IMPORTANCIA DE LA ANTROPOLOGÍA FILOSÓFICA
El mayor absurdo y frustración consiste en "vivir por vivir", vivir "vegetando".
Por muchos títulos, la Antropología Filosófica es una ciencia excelente y sublime; posee una altísima dignidad porque el hombre es lo más perfecto que hay en el universo. En cuanto a la vida práctica, la Antropología Filosófica resulta quizá el saber más servicial de todos cuantos desarrolla el hombre: es la ciencia directiva y orientadora de todos sus conocimientos y de todas sus actividades. La auténtica filosofía está a disposición de la vida humana, vivir filosofando y filosofar viviendo con toda intensidad.
Toda actividad humana depende del conocimiento, cuanto la actividad humana se aparta de la verdad o la ignora, sus actos y libertad se corrompen. Si existe un fin de nuestros actos querido por sí mismo, y los demás por él, ese fin no solo será bien, sino bien soberano.
Nuestros tiempos, que ofrecen las maravillas de una civilización técnica sorprendente e inconmensurable, reclaman angustiosamente la presencia y orientación de una sabiduría de lo humano, una antroposofía, que recupere la dignidad humana y el puesto directivo del ser del hombre en el universo; la técnica es para el hombre, no el hombre para la técnica; el hombre más vale por lo que es que por lo que fabrica."Conócete a ti mismo”

CONCEPCIONES Y ORÍGENES A TRAVÉS DE LA HISTORIA
Pero las ideas que plantea la antropología filosófica, toda esa búsqueda de respuestas que el hombre se han venido planteado a lo largo de la historia, sin embargo seria hasta mediados del siglo XIX que nace la antropología como ciencia aunque la idea Antropofilosofica se ha dado todo el tiempo.

- En la Edad Antigua diversos autores ofrecieron reflexiones filosóficas sobre el hombre. Como síntesis de sus ideas, podemos evocar a algunos de ellos:
Platón: El hombre tiene un alma unida a un cuerpo, y necesita mover a ambos simultáneamente (Timeo) si bien el alma tiene el primado sobre el cuerpo (Fedón, República).
Aristóteles: El hombre es una sustancia compuesta de cuerpo y alma.

- En la Edad Media reino un periodo teocéntrico, en el que todo gira en torno al concepto de Dios. Al hombre se le interpreta por su relación con Dios, el hombre es un ser creado por Dios a su imagen y semejanza (posesión de inteligencia y capacidad de amar). Al hombre se le considera compuesto de cuerpo y alma, ésta es considerada algo de naturaleza espiritual, libre e inmortal.
San Agustín se apoya en un argumento platónico y dice respecto a Platón: “Nadie como Platón se ha acercado tanto a nosotros”. Aparece, por tanto, la idea de salvación eterna, ésta vida es un tránsito; un camino para conseguir la vida eterna por medio de la virtud que consiste en obedecer los mandamientos de la ley de Dios y conduce a la felicidad de la salvación eterna, la vida sólo tiene sentido como camino de salvación. Lo contrario sería la condenación eterna.

- En la Edad Moderna, Descartes que es el iniciador de una teoría del racionalismo, plantea que a nosotros se nos permite saber cuando un conocimiento es verdadero o no lo es. “Una idea es verdadera cuando es evidente a la razón”. Él cree que lo que distingue al hombre de los animales no es el cuerpo sino el alma. Él argumenta que el alma es una verdad existente a la razón y por lo tanto no se puede dudar de su existencia, identifica el alma con nuestro pensamiento. Todos los hombres tienen conciencia de sí mismos y a esa conciencia se le llama alma.

- En la Edad Contemporánea, Immanuel Kant contrapone los conceptos de naturaleza y persona. La persona posee conciencia moral y es el único ser que la posee. Kant define a la persona como “la libertad e independencia frente al mecanicismo de la naturaleza entera”. La persona es el único ser del universo sometido a leyes propias, es decir, sometido a leyes puras, prácticas establecidas por su propia razón. “La persona es la libertad de un ser racional sometido a leyes morales”. Estas leyes morales de las que habla Kant se las da el ser racional a sí mismo, lo cual no quiere decir que sean arbitrarias.


ENFOQUES ANTROPOLOGICOS DE LA EVOLUCIÓN
CREACIÓN DEL HOMBRE DESDE EL CRISTIANISMO:
·        El Hombre Como Un Ser Creado
Habiéndose descubierto en el medio de un universo maravilloso y siendo del más alto orden de las criaturas físicas, el hombre, naturalmente, buscaría la forma de entender su propio origen tanto como el origen de todas las cosas existentes. Dado que la Naturaleza no revela la creación del hombre y la tradición no sería una fuente digna de confianza en la información, es razonable esperar que Dios revelara los hechos esenciales acerca de la creación del hombre en la Biblia. En los primeros capítulos del Génesis, y donde se quiera en la Biblia, la creación del hombre se enseña claramente en la Escritura.
A causa de que el origen del hombre es un asunto natural para la investigación y especulación, aquellos que han tratado de contestar la pregunta aparte de la Escritura han hecho numerosas tentativas para explicar el origen del hombre. Estos hechos conflictivos demuestran que el hombre no tiene información cierta acerca de su origen a no ser la que la Biblia le pueda dar, y sólo en la Escritura uno puede esperar encontrar un relato completo y exacto.
Uno de los puntos de vista más comunes que se han levantado en contradicción con la doctrina de la creación del hombre revelada en la Biblia es la teoría de la evolución. Esta teoría es que de alguna manera llegó a la existencia siendo una célula viviente y de esta célula viviente el hombre evolucionó por un proceso de selección natural. La evolución intenta explicar todas las complicadas formas de vida en este mundo por este proceso natural.
De acuerdo a la teoría de la evolución, todas las plantas, animales y el hombre fueron formados por un proceso de pequeños cambios llevados a cabo por mutaciones, las cuales se creen que explican todas las especies. Sin embargo, las mutaciones son casi invariablemente dañinas más que beneficiosas, y nunca se han observado series de mutaciones que sean beneficiosas o que hayan producido una nueva especie. De acuerdo con esto, mientras que el registro bíblico reconoce que puede haber variaciones dentro de las especies, declara que Dios creó los animales «según su especie» (Gn. 1:21,24,25)
En contraste con los animales, el hombre fue hecho a  imagen y semejanza de Dios (1:26-27). Aunque muchos adeptos a la evolución admiten que es sólo una teoría y los fósiles revelan que no ha habido evolución sistemática de las formas más bajas de vida a las formas más altas, la evolución se constituye en la única explicación que el hombre natural ha sido capaz de ofrecer en contradicción a la doctrina bíblica de la creación; está basada claramente en un concepto naturalístico, más bien que en el origen sobrenatural del hombre.
De igual manera, la teoría de la así llamada evolución teísta -que Dios usó la evolución como un método- para ser sostenida depende de una negación del significado literal de la narración de la creación en la Biblia.
La doctrina de la creación del hombre está enseñada claramente en la Escritura (Gn. 1:1 - 2:25; Jn. 1:3; Col. 1:16; Hech. 11:3). El primer capítulo de Génesis se refiere a Dios como el Creador cerca de diecisiete veces, y se pueden encontrar cerca de cincuenta referencias más en la Biblia. Algunas enseñan directamente sobre la creación, y otros pasajes implican que Dios es el Creador de Adán y Eva (Ex. 20: 11; Sal. 8:3-6; Mt. 9:4-5; Mr. 10:6-7; Lc. 3:38; Rom. 5:12-21; 1 Cor. " 11:9; 15:22, 45; 1 Tim. 2:13-14). El verdadero concepto de la creación es que Dios creó el mundo de la nada, puesto que en Génesis 1:1 no se hace mención de ninguna existencia previa.
Como se presenta en Génesis, el hombre es la máxima obra de Dios en la creación, y se declara que toda la creación tuvo lugar en seis días. Entre aquellos que aceptan la " Biblia como la obra inspirada de Dios se han dado diferentes explicaciones a estos días de la creación. Algunos ven la narración de Génesis 1 como una re-creación siguiendo una primera creación, la cual fue juzgada y destruida en conexión con la caída de Satanás y los ángeles caídos. Esto nos daría la evidencia de que el mundo inorgánico existía mucho antes de la creación descrita en los seis días de Génesis 1-2.
EVOLUCION HUMANA DESDE LA CIENCIA
Concepto de hominización y psyque humana
Lo que a continuación se detalla son breves conceptos sobre la Evolución Humana (hominización) y el estudio de la Psyque Humana, con esto se espera que lo que se discute aquí sirva para fomentar una introducción a las problemáticas planteadas en el estudio de los temas expuestos:
EVOLUCIÓN HUMANA U HOMINIZACIÓN. Explica el proceso de evolución biológica de la especie humana desde sus ancestros hasta el estado actual. El estudio de dicho proceso requiere un análisis interdisciplinar en el que se aúnen conocimientos procedentes de ciencias como la genética, la antropología física, la paleontología, la arqueología y la primatologia. El término humano, en el contexto de su evolución, se refiere a los individuos del género Homo. Sin embargo, los estudios de la evolución humana incluyen otros homínidos, como el Australopithecus. Los científicos han estimado que las líneas evolutivas de los seres humanos y de los chimpancés se separaron hace entre 5 y 7 millones de años. A partir de esta separación la estirpe humana siguió ramificándose originando nuevas especies, todas extintas actualmente a excepción de Homo sapiens..

PSYQUE del griego psyché que significa alma, es un concepto procedente de la cosmovisión de la antigua Grecia, que designaba la fuerza vital de un individuo, unida a su cuerpo en vida y desligada de éste tras su muerte. El término se mantiene en varias escuelas de psicología, perdiendo en general su valor metafísico: se convierte así en la designación de todos los procesos y fenómenos que hacen la mente humana como una unidad
En la actualidad, se considera que el humano evolucionó de una línea directa de los primates, se cree que él y algunos primates tienen un antepasado común que fue cambiado durante millones de años. El orden de los primates incluye a los espectros, los monos, los antropoides (que se parece al ser humano en sus características externas. antropomorfo) y el ser humano.
El conjunto de cambios que, durante varios millones de años, hicieron evolucionar algunos superiores hasta diferenciarse y constituir la especie humana se conoce como hominización.
Nuestros antepasados pertenecen a la familia hominidae (Los homínidos son una familia de primates hominoideos, que incluye al hombre y sus parientes cercanos, orangutanes, gorilas, chimpancés), continuaron su evolución como individuos erectos y terrestres.
El ser humano y los antropoides (forma humana) probablemente evolucionaron a partir de un primate (son el orden de mamíferos al que pertenecen el hombre y sus parientes más cercanos. Los primates tienen cinco dedos, un patrón dental común, y un primitivo (no especializado) diseño corporal) muy parecido al chimpancé moderno, el representante, que vivió hace unos 25 millones de años.
Australopitecos: (Primate fósil de la familia de los homínidos que vivió en África desde hace 5, 5 millones de años hasta hace un millón, y que se caracteriza por su posición semi erguida): los científicos sostienen que el primer homínido (son los más grandes primates), antepasado del ser humano actual fue este, género procedente de las sábanas africanas, donde se han encontrado los fósiles humanos más antiguos, era pequeño (más que las personas actuales pesaba unos 40kg, tenía aspecto simiesco, con la cara corta y ancha, la frente muy pequeña, las mandíbulas muy robustas y poco prominentes y dientes fuertes.
Homo Habilis (es la especie más antigua del género Homo. Vivió aproximadamente hace  1,44 millones de años antes del presente): en 1964 se hallaron los restos de un homínido; se le consideró el primer usuario de herramientas que se encontraron en el mismo sitio. El cuerpo del homo habilis era menos pesado que el de los australopitecos, tenía un cráneo con una capacidad cerebral de 670 a 770 cm³, mentón retraído, dientes pequeños, rasgos simiescos menos acentuados y caminaba erguido. Se cree que estos homínidos surgieron de cierta población de australopitecos.
Homo Erectus (es un homínido extinto, que vivió entre 1,8 millones de años y 300.000 años antes del presente): los científicos dieron este nombre a los fósiles de homínidos que fluctúan entre las edades de 1.5 a 0.5 millones de años, los rasgos del homo erectrus eran distintos a los del australopitecos y más aproximados a los del ser humano actual; su cuerpo estaba perfectamente adaptado a la postura erguida y a la locomoción de dos pies, la frente inclinada, ausencia de mentón y las mandíbulas pesadas y protuberantes.
Homo Sapiens (Denominación del ser humano actual. Aparece en África hace más de 100.000 años y colonizó todos los continentes. Llegó a Europa (sin papeles) hace unos 40.000 años. Era cazador-recolector hasta la invención de la agricultura. Creó las primeras obras de arte rupestre y ha desarrollado tecnologías que le permiten vivir hoy en ambientes hostiles): hombre de Neanderthal, que apareció en Europa, Asia y África.
El hombre del Neanderthal (es una especie del género Homo que habitó Europa y partes de Asia occidental desde hace 230 mil hasta 29 mil años atrás, durante el Paleolítico medio) era poderoso y de corta estatura, vivía en un ambiente rigurosamente frío, construyó armas eficaces, cazo grandes animales para su alimentación y enterró a sus muertos con ceremonias. Su cerebro era tan grande o más que el de un humano actual, su avanzada cultura sugiere que era inteligente.
Las primeras personas semejantes a las actuales, pertenecen a la especie Homo Sapiens Sapiens.

TEMAS ANEXOS

  1. LA PERSONA HUMANA
  2. LA CORPOREIDAD
  3. LA VIDA
  4. LA MUERTE


Luis Carlos Marín Cardona
Lic. En filosofía y Edu. Religiosa.


LA MUERTE
Dirección filosófica.
“Filosofar es prepararse para la muerte” Platón.
“No es mortal quien muere, sino quien está seguro  de que va a morir”. Sabater.
“Nadie puede morir por otro” Maximiliano Kolbe.
“No morimos porque estamos enfermos, sino porque estamos vivos” Montaigne.
“Sentimiento trágico de la vida” Miguel de Unamuno
“La muerte no existe y cuando ella existe, yo ya no existo” Epicuro.
“Un hombre libre en nada piensa menos que en la muerte y su sabiduría  no es una meditación de la muerte, sino de la vida” Spinoza.
El fin del ser provoca en él una angustia, angustia de vivir, esto porque sabe que se va a morir; la muerte juega un papel decisivo en el ser en su existencia y en  cómo le dé significado a su ahí. Puede el ser escudarse en el ahí (mundo), puede escudarse en los entes (los que no son yo), puede escudarse en los otros yo (seres), pero no puede escapar de su finitud; “desde que nace el hombre es  demasiado viejo para morirse” Heidegger. La muerte es el único fin seguro del  hombre y tanto que arrojado en el mundo  no puede escapar de ella. Con  este condicionante al ser no le queda más que vivir en la autenticidad, es decir, concibiendo cada momento como el último y también como el primero -proyectándose.
El hombre sabe que se va a morir, la manera de vivir auténticamente es proyectar la existencia desde este presupuesto, pues proyectarla en algún oficio o carrera es vivir in-auténticamente, lo único seguro es que me voy a morir; esto es que desde el punto de vista de este presupuesto la muerte no es más que un adonde debo llegar, es el único objetivo del que  tengo plena certeza  que voy a alcanzar; desde la muerte proyecto mi vida, y no es que el hombre sea un ser para la muerte, sino que ella lo convierte en una conciencia  de su paso finito.
La muerte entendida en el plano Heideggeriano no es más que la proyección del ser en el tiempo.  Su muerte que está al final de su existencia. Lo  máximo que el ser alcanza su muerte, ello en ningún momento quiere decir que hay que buscar la muerte, sino que ella tarde que temprano llegará como verdadera autenticidad del ser.
Suena triste el fin del ser, su muerte, pero esta aparente finitud no es más que solo eso, aparente. La muerte aún queda en el misterio;
“No todo muere” Emmanuel Levinas.

Dirección Cristiana

Pensar en que tenemos que morir, quizás, produce tristeza, miedo…, pero es porque nuestros padres nos enseñaron a vivir no nos han preparado para morir.
En un sentido religioso y cristiano debemos entender la muerte como algo natural, como un pasar de esta vida terrena a la vida celestial; como resurrección; la vida es un paso, la muerte una eternidad.
Debemos estar preparados por qué no sabemos ni el día ni la hora en que Dios nos llamará y debemos darle cuentas ¿Qué cuentas le daremos nosotros?; la muerte es para todos por igual, ella no escoge todos morimos.
La muerte debe ir acompañada de la esperanza y de la fe.
¿Dónde está muerte tu  victoria?
“Pues para mí la vida es Cristo y el morir una ganancia” Filipenses 1,21
“Todo tiene su tiempo” Eclesiastés 3,1-2
Su tiempo el nacer
Su tiempo el morir.
La vida es un don de Dios, es un valor supremo, pero tiene su tiempo.
La vida es presta porque tiene dueño y ese dueño se llama mi DIOS.
Dirección médica:
Cesación de los signos vitales.
Dirección psicológica
Es un aspecto ligado  a la evolución del ser humano y va acompañada de ideas.
Ø  De los  0-2 años: No comprende el concepto de muerte, siente ansiedad por la separación.
Ø  De los 3-5 años: Es algo temporal, el que muere vuelve.
Ø  De los 6-10 años: La muerte es permanente, pero no entiende el estado.
Ø  De los 11-13años: Existe la muerte y es definitiva, se acerca al pensamiento adulto. Experiencia universal.
Ø  De los 14-18 años: Entiende las consecuencias de la muerte. Se pregunta por el sentido de la vida.
El ser humano nace, crece se reproduce y muere, por ende la muerte es un proceso natural.
La muerte produce miedo, tristeza y angustia: sentimientos psicológicos.
Debemos tener conciencia de la muerte como una realidad.
  La muerte produce duelo por tratarse de una separación de un ser querido. Y produce más sentimientos psicológicos cuando se da por causas no naturales: accidentes, homicidios, suicidios

LA VIDA
El propósito de la antropología filosófica es identificar las características de la especie humana, tomando en cuenta todos los aspectos de la realidad: material, biológica, económica, histórica, cultural, etc. Pero esto no significa que sea el producto de una combinación o síntesis de diversas disciplinas. En este sentido, la antropología filosófica no es una ciencia social, sino que está más cerca a la Filosofía. Como disciplina filosófica, no abandona su pretensión de comprender al hombre más allá de los límites de las distintas ciencias.
La antropología filosófica se pregunta, en primera instancia, por el origen del ser humano. Su proceso de aparición y asentamiento en el conjunto de la realidad. Esta cuestión puede condensarse en la pregunta: ¿Cómo surgió el hombre? Además, se pregunta por la naturaleza del ser humano, se pregunta lo que diferencia al ser humano de todos los demás seres, cómo se define a través de su existencia histórica, etc. Tales interrogantes fundamentales de la Antropología Filosófica pueden ser condensadas en una pregunta radical: ¿Qué es el hombre?
  1. INTRODUCCIÓN:

Tradicionalmente la vida ha sido un concepto abstracto y, por tanto, difuso y de difícil definición. Por esto se solía definir en contraposición a la no vida o lo inerte, especialmente aludiendo a las propiedades diferenciadoras. Lo que más confundía eran las estructuras víricas, que no comparten todas las propiedades más comunes del resto de las estructuras vivas. Asimismo tampoco estaba clara la frontera entre la vida y la muerte, haciendo difícil determinar cuándo acontecía exactamente ésta última.

v  En la Ciencia:

En la biología, se considera vivo lo que tenga las características:
  • Organización: Formado por células.
  • Reproducción: Capaz de generar o crear copias de sí mismo.
  • Crecimiento: Capaz de aumentar en el número de células que lo componen y/o en el tamaño de las mismas.
  • Evolución: Capaz de modificar su estructura y conducta con el fin de adaptarse mejor al medio en el que se desarrolla.
  • Homeostasis: Utiliza energía para mantener un medio interno constante.
  • Movimiento: Desplazamiento mecánico de alguna o todas sus partes componentes, Se entiende como movimiento a los tropismos de las plantas, e incluso al desplazamiento de distintas estructuras a lo largo del citoplasma.

Una entidad con las propiedades indicadas previamente se lo considera un organismo (ser vivo) todos los seres vivos sobre la faz de la Tierra realizan tres funciones básicas, a saber, relación, nutrición y reproducción. En términos científicos, y para la Física y otras ciencias afines, la vida hace referencia a la duración de las cosas o a su proceso de evolución.
 []
En Biología, se considera la condición interna esencial que categoriza, tanto por sus semejanzas como diferencias, a los seres vivos. En general, es el estado intermedio entre el nacimiento y la muerte:


  1. Los seres vivos requieren energía. Es decir, se nutren.
  2. Los seres vivos crecen y se desarrollan.
  3. Los seres vivos responden a su medio ambiente.
  4. Los seres vivos se reproducen por sí mismos, sin necesitar ayuda externa; siendo éste un hecho clave.

Desde un punto de vista bioquímico, la vida puede definirse como un estado o carácter especial de la materia alcanzada por estructuras moleculares específicas, con capacidad para desarrollarse, mantenerse en un ambiente, reconocer y responder a estímulos y reproducirse permitiendo la continuidad. Dichas estructuras biomoleculares establecen un rango de estabilidad que permite que la vida sea continuada, dinámica y eventualmente evolutiva. Así pues, los seres vivos se distinguen de los seres inertes por un conjunto de características, siendo las más importantes la organización molecular, la reproducción, la evolución y el manejo no espontáneo de su energía interna.

En la Medicina, existen distintas interpretaciones científicas sobre el momento determinado en el que comienza a existir la vida humana[] por tanto, según las convicciones religiosas o ideológicas y los imperativos legales, la vida existe desde que se fecunda el óvulo[].



Desde la perspectiva de la Psicología, la vida es un sentimiento apreciativo por las interacciones del ego con el medio, y, por reacción a dicho sentimiento, la lucha por sostener su homeostasis en estado preferente.

Un organismo vivo es aquel, compuesto por materia orgánica capaz de llevar a cabo funciones tales como comer, metabolizar, excretar, respirar, moverse, crecer, reproducirse y responder a estímulos externos.

v  En la Religión cristiana:
La vida humana es un paso que conduce al alma de la inexistencia a la plenitud eterna en un período de tiempo.
v  Religiosa budista (figura religiosa):
La vida es cada uno de los estados de reencarnación de los seres sintientes en el samsara (lugar de sufrimientos). Para la mayoría de las religiones, la vida presenta connotaciones espirituales y trascendentales.

v  En la Filosofía:
Actividad natural inmanente autoperfectiva (evoluciona), es un movimiento de autoperfección que es lo que hace que un organismo tenga vida, tiene un principio vital (alma: se refiere a un principio o entidad inmaterial e invisible y es un principio de las operaciones vitales, tanto vegetativas, como  sensitivas e intelectivas), que general movimiento inmanente (yo lo origino)

  • ¿Qué es la vida?, ¿Qué es un viviente? 
¿Podemos saber con lo dicho, lo que es un viviente en general? , ¿Lo que es la vida? Hemos examinado filosóficamente las características de la vida vegetativa y de la vida consciente en general. La primera se caracteriza por su autoteleología y por su inmanencia. La segunda por su intencionalidad y por su inmanencia también. La nota común que las abarca a ambas, y por la que de una manera genérica se puede definir la vida, es la inmanencia.

Así pues, el viviente en general se puede decir que es: un ser capaz de actuar inmanentemente, con una inmanencia tal como la descrita, es decir, cualitativa y substancial, no puramente accidental. Así pues, el viviente en general se puede decir que es: un ser capaz de actuar inmanentemente, con una inmanencia tal como la descrita, es decir, cualitativa y substancial, no puramente locomotiva. Y la vida será: la capacidad de actuar inmanentemente.



Libro Ética de Urgencia. Fernando Savater - Libro El Maestro Ciruela

Libros de lectura para estudiantes de Pedagogía. Se evaluara de manera oral y al final de la lectura se realizará una entrega en escrito.  ...